Hanna y Barbera sabían hacer buenas series, como los Picapiedra, pero no querían porque les salía más barato hacer series como El Lagarto Juancho, La Tortuga Dartagnan, La Hormiga Atomica, Leoncio y Triston, Autos locos o esta que nos ocupa.
Series muy, pero que muy cansinas y repetitivas, esta vez el héroe es un gorila que vive en una tienda de mascotas y provoca destrozos porque....¡es un gorila!, ¿que queréis que haga?

Su dueño es el excesivamente afable señor Peebles, que tiene toda la pinta de ser un icono gay de los años 60, pero la pregunta es ¿a quien se le ocurre tener a una especie protegida como el gorila en una pajarería?