Cuando la vi en “GoldenEye” (1995, de Martin Campbell) me dio la impresión de que la actriz holandesa Famke Janssen tenía algo especial, luego la carrera de Janssen tomó un impulso comercial al asumir el rol de la Dra. Jean Grey en las tres películas de los “X-Men”, sin embargo, yo quería algo más. Ahora, verla protagonizando el drama de bajo presupuesto “Turn the River” es una agradable sorpresa para mí porque, aunque no se trata de una obra espectacular, es exactamente la clase material que le queda como anillo al dedo.

El argumento de “Turn the River” se desenvuelve en el submundo de las apuestas en los clubes de billar, donde Kailey Sullivan (Famke Janssen) es una experta que se prepara para el gran juego que le permitirá obtener el dinero necesario para marcharse con su hijo (Jaymie Dornan) hacia Canadá y, finalmente, alejarlo de la custodia de su ex-marido (Matt Ross).

La historia es sencilla y la puesta en escena, en general, es austera y sin mayores innovaciones pero hay que reconocer que envuelve e interesa con facilidad así como se mantiene equilibrada y de buen gusto hasta el final, no obstante, lo que la lleva a otro nivel es la brillante caracterización de Famke Janssen… ella es una sólida presencia dramática que se impone con fuerza en cada escena, logra que el espectador se solidarice con el propósito de su personaje, encarna con compasión la faceta de una marginada social y con inagotable energía la reivindicación de una luchadora persistente. Rip Torn, como el dueño del club donde se realizan los juegos y se organizan las apuestas, está excelente, divertido y constituye un importante apoyo para el personaje principal y el film.

Ciertamente “Turn the River” no es “The Hustler” (1961, de Robert Rossen) pero está bastante buena y se deja ver porque como película es correcta y como vehículo para una extraordinaria Famke Janssen es notable y merece un vistazo.