¿Sabían que es de las pocas películas animadas que tienen un doblaje latinoamericano con otro español peninsular en un mismo formato? (es decir, los dibujos animados hablan mexicano y las personas en carne y hueso hablan en doblaje peninsular).
Según me contaron, fue la primera película que vi (y mi segunda favorita), y siempre siento nostalgia por esas voces, esa imaginación y esos personajes inolvidables creados por el gran maestro de animación Don Bluth.
Muchas películas de Don Bluth tienen mundos alegres, de colores cálidos y atmosferas agradables, pero en este film no es prácticamente eso. Este film tiene cambio brusco de un mundo de felicidad (gracias al bueno de Chantecler) que de pronto es arruinado por el antagonista natural del gallo (día): el búho (noche) que da una atmosfera oscura y siniestra, repleta de inundaciones, caos y desorden.
Los personajes son sin duda inolvidables, el joven Edmond; el gallo estilo “Elvis Presley” Chantecler; la ratita, la paloma y el perro; y sin duda el Gran Duque, sinceramente, este búho es tan maligno y tan cabrón que su plano de maldad escapa a la de cualquier villano Disney.
Se trata de una fabula , un cuento tipo “ tragicomedia” del que la esperanza de volver a ver el Sol ( la luz) en un mundo de tinieblas es la del joven Edmond , ese niño aventurero del que todos fuimos alguna vez para luchar contra los malos en un mundo imaginario.