Esta película me llamó poderosamente la atención antes de verla porque estaba dirigida por los hermanos Wachowsky, creadores de una de las mayores obras de arte del cine: Matrix. Así que me propuse verla en cuanto tuviera oportunidad; pero quería visionarla sin condiciones ni prejuicios, valorando meramente el contenido y la realización, al margen de los antecedentes de los directores... Y he de decir que no me ha defraudado!

Coincido con el resto de las críticas en que la cinta puede resultar un poco caótica con las 6 historias expuestas a la vez y, además, sin relación aparente. Pero, en mi opinión, el resultado es... ¡magnífico!

Lo bueno de la película es que cada uno la puede interpretar a su manera, ya que se presta a mucha subjetividad. Yo la entiendo como un alegato a la esclavitud, en su amplio sentido de la palabra, ya que cada época va asociada a un tipo de esclavitud en concreto:

Año 1849: Esclavitud pura y dura, entendida como el sometimiento de una raza a otra.
Año 1936: Esclavitud a una relación (amorosa y profesional).
Año 1973: Esclavitud a los intereses de las grandes corporaciones sobre la sociedad.
Año 2012: Esclavitud a las apariencias y al dinero.
Año 2170: Esclavitud al trabajo y a las condiciones laborales.
Año 2300: Esclavitud religiosa.

Aunque ésta es la temática principal, se tocan otros aspectos existenciales como la amistad, el miedo, la familia, las expectativas sobre la vida, el amor, la aventura y la dignidad.

Por si fuera poco, todo este trasfondo argumental está aderezado por una puesta en escena insuperable, con unos efectos visuales, de maquillaje, de vestuario y banda sonora épicos! Si bien ahora no podamos otorgarle la cualidad de obra maestra (los datos de audiencia en todo el mundo así lo atestiguan, tristemente) en un futuro, con perspectiva, quizás sí... Quizás cuando olvidemos la etiqueta de pretenciosa que avala injustamente a este largometraje.

Las producciones escandinavas e irlandesas se superan día a día, sobre todo sus sobresalientes series en los últimos años. Sinceramente, decidí ver 'Trapped' porque me atrae enormemente todo aquello que rodea a la cultura islandesa: sus gentes, paisajes, mitos, historia, etc., así que mi veredicto no es muy objetivo. Aún así, recomiendo encarecidamente esta magnífica serie de 10 capítulos que se pasan volando, ya que te metes en la historia enseguida, gracias también a las magníficas interpretaciones de sus protagonistas.

Lo mejor: casi todo. Mención aparte a la perfecta recreación de la tormenta en los primeros capítulos.
Lo peor: a veces me liaba con los nombres de los personajes y los confundía.

Top Secret es, de largo, el film que más veces he visionado en mi vida. ¡Y nunca me cansaré de verlo! Las parodias de las distintas épocas y de diversos largometrajes son sencillamente magníficas, aunque a algunos les parecerán demasiado simples.

Siempre que la veo encuentro gags nuevos en los que antes no había reparado y que son desternillantes, tanto a nivel intelectual como visual.

También la recomiendo para deleitarnos de un Val Kilmer que en sus inicios se muestra magnífico.

En mi opinión, éste es el mejor capítulo hasta ahora... y lo que nos espera del mítico dúo de Baker St. en las próximas entregas!

Como siempre, el ritmo es trepidante, y eso me gusta. No tengo capacidad de reacción para despistarme un segundo; ni para pensar en la última frase genial de Sherlock, ni para detenerme en ese gesto de la señorita Adler (¡vaya descubrimiento!). Los 15 primeros minutos son locos y desconexos, aunque al final del capítulo se entrelazan y dan forma al entramado...

Entramado que sólo una mente aún más brillante que la de Sherlock podría idear. Y es que al final de todos los capítulos siempre me asombrará que, más allá de la inteligencia de Sherlock, se encuentra la inteligencia de los guionistas y director, capaces de dar forma a un puzzle tan firmemente hilvanado desde el principio; y gracias también a la colaboración de unos actores cada vez más creíbles en sus magníficas interpretaciones.

En fin, me quedo con ganas de más capítulos... Y con ganas de confirmar que Sherlock también tiene sentimientos como el resto de los mortales (o sólo fue un momento de debilidad).

Me he encontrado justo lo que esperaba de esta gran serie de 10 capítulos: una trama principal y subtramas perfectamente conducidas por unas fantásticas actuaciones de actores belgas, holandeses, franceses, y hasta un español en el papel más excéntrico de todos. Una serie global para un tema poco conocido en el viejo continente, pero que atrapa enormemente. Además, el guión hace a los personajes muy humanos, con sus temores, aspiraciones y alegrías como cualquiera de nosotros, aunque se encuentren inmersos en un contexto poco común; casi inaudito, diría yo.

En definitiva, chapeau para los productores belgas que se arriesgaron con este proyecto y, claramente, encontraron el éxito.