Este documental, como su nombre bien indica, cuenta el proceso de desarrollo del videojuego The Last of Us.
Muchas de las personas involucradas en la obra van contando el proceso de creación de cada apartado: diseño, música, guión, elementos visuales etc. Es muy interesante puesto que se puede observar la dinámica de trabajo de un videojuego de gran presupuesto y cómo absolutamente todos los elementos deben tener una conexión coherente.

Lo que más destacaría de este documental es que muestra lo mucho que cuesta crear un videojuego de estas características. No solo lo recomiendo para aquella gente que haya jugado al título, sino a todos aquellos que sean habituales jugadores de videojuegos. Para que se den cuenta de todo lo que hay detrás. Merece más la pena aún teniendo cuenta que ha sido un videojuego con mucha repercusión en la industria, ya que nos guste más o menos, es un buen ejemplo a mostrar de como aprovechar la interacción del medio. Es probablemente una obra que pueda acallar prejuicios.

No cambia mucho respecto a cualquier "making of" que se haya visto en general, sin embargo repito, invito a cualquiera a que le eche un ojo. Puede servir incluso como ejercicio de concienciación.

Mención especial a la parte del compositor, Gustavo Santaolalla. Curioso cuanto menos su proceso creativo.

El concepto de conversación es algo genuino a todos nosotros. Con ella conocemos a personas de todo tipo, muchas de ellas capaces de marcarnos con sus palabras.

Tenemos aquí una conversación entre un pianista y compositor de música para películas; y su abuelo. El documental se ocupará de dar espacio a los dos, contando cada uno su vida. Y es que mediante sus palabras veremos el cambio de una Estados Unidos muy racializada, que aún a día de hoy sigue arrastrando retazos de aquel turbio pasado. Pero también es algo como el esfuerzo, la lucha por llegar a tener un vida digna o el camino al éxito el motivo de este documental.

Cuenta con unos primeros planos muy cercanos y centrados, en los que los personajes casi parecen mirar a cámara. Una clara apuesta por mostrar su humanidad. A ello añadido las clásicas imágenes de archivo para situar la vida del abuelo y ciertos momentos ficticios, por así decirlo, con el joven compositor de protagonista.

Habituales recursos del documental utilizados de manera efectiva, con una historia interesante y emocional.

A Concerto Is a Conversation es una agradable melodía, que ya hemos escuchado antes, pero acogedora al fin y al cabo.