La serie tiene todo para ser un thriller fascinante, con tintes psicológicos, presencia de los grandes poderes económicos y su mínimo respeto a la vida, donde el mundo de lo lícito se enfrenta con el mundo de la justicia más visceral. Excelentes actores, demás está decirlo.
Pero el desarrollo de la historia. ¡Ay madre!
¿A dónde vais, tíos?. Habéis creado un tobogán de malas decisiones de guión, cuya velocidad de caída intentáis frenar a fuerza de tiros.
Iba a decir que es literatura adolescente, pero los adolescentes no lo merecen. Es más bien literatura inmadura, falta de criterio, con cientos de cabos sueltos, personajes endebles y desubicados. Un desperdicio de recursos, escenarios y lo que es peor, el tiempo de los espectadores.
¿Margaritas a los cerdos?...que va, un cerdo llamado Rowan Joffe retozando a sus anchas sobre las margaritas.