Para muchos, una de las peores películas de la historia. Para otros, casi una cinta de culto... y es que no hay calificación posible que le haga justicia: no es una buena película, eso parece evidente, pero tampoco es una película mala, en el sentido estricto de la palabra. Es... otra cosa. Y qué cosa!

La primera vez piensas "qué horror!"
La segunda, "qué horror, pero la veré otra vez para asegurarme..."

La siguiente, si sabes desprenderte de prejuicios, postjuicios, todo aquello que te gusta del cine y todo aquello que no quieres que te guste... descubres que hay ciertas cosas horribles que "gustan de ver": esa muchacha ex-empollona de provincias triunfando a base de zancadillas y tetillas, esos maquillajes pendón-style, esas lentejuelas pezoneras y esos cueros plastiqueros, esos bailoteos pseudo-lascivos calienta jubiletas deslumbrados por el glamour todoacienero de las Vegas... si eso no es alguna forma de arte que baje dios y lo vea!
Y qué diálogos, qué personajes, qué evolución personal... si es que lo tiene todo!!!

Quizás si estuviera firmada por un monstruo de la comedia gambera se vería con otros ojos. Y es que casi resulta imposible pensar que se hizo "en serio", pero hasta es más divertido pensarlo así, o no?

... y no sólo porque lo encarne el gupísimo Edward Furlong (qué adolescente, allá por los 90, no se enamoró del rebeldillo de John Connor huyendo del T1000)... sino porque Pecker es tan auténtico, sencillo, comprensivo, encantador... un cielo de chaval!

Pero no se trata sólo de eso: un buen chico, su familia friki y sus amables aventuras.

Tampoco es, como algunos comentan, una simple colección de situaciones absurdas repletas de humor "gamberro" (en realidad apenas gamberro si pensamos quién dirige).

Pecker es mucho más, un cuento que, salvando las distancias, todos quisiéramos vivir: un mundo en el que lo auténtico, lo real, gana la batalla a lo vacío y lo frívolo; en el que el talento natural y el buen corazón son los valores que triunfan (qué bonito) y en el que, por fín, los paletillos sin glamour sacan los colores a los siempre estupendos y modernos habitantes de lofts con vistas a Central Park (lo que vienen a ser todos esos Tommis Hilfigers y Sarahs Jessicas Parkers o los patrios Ristos Mejides y Bimbas Bosés de la vida) Y nadie me puede negar que esto le gusta a cualquiera. Y más aderezado con amor, humor y arte. Qué más podemos pedir?

Y volviendo al tema Furlong: ¿Para cuando un papelazo para que este chico se luzca de verdad? Vale que está estupendo en casi todo lo que hace, que no es mucho (para fans, no perderse American History X o Cero en conducta), pero necesita un buen protagonista ya!!! (que al bodrio de Terminator 3 otro gallo le hubiera cantado con su presencia. Bueno, y con la de Linda, y con algo de talento y seriedad, y con algo de respeto por los espectadores... pero eso es otra historia).

Que por qué me molesto en escribir sobre semejante engendro fílmico? Pues porque encontrar películas malas es, tristemente, cada vez más fácil, pero encontrar algo tan rematadamente malo, aburrido, molesto, absurdo, idiota, vacío, e incluso ofensivo... eso sucede pocas veces en la vida (a dios gracias).
No repetiré todo aquello que ya he leído en críticas anteriores, pero sí quiero remarcar algo: estas tres tiparracas que son los personajes principales me hieren en lo más profundo de mi condición femenina... pero quién, QUIÉN en su sano juicio (quizás es mucho pedir) puede creer que estas pavas representan en lo más mínimo a las "chicas de hoy". Qué tía leyó el guión y pensó "Hey, por fin alguien nos entiende! Me súpermegaidentifico con estas chicas tan desinhibidas, modernas, traviesas, cachondas y románticamente locas como yo!" Quién rió con estos chistes, quién deseó a esta Cameron (dónde queda la "chorba" de La Máscara), quién pensó que millones de mujeres de todo el mundo saldrían del cine riendo como chiquillas recordando la cancioncita, quién, por dios, quién!!!

Woody Allen es uno de esos grandes que me siguen arrastrando al estreno cada año (y cada son vez menos, tristemente). Esta vez la sensación al salir del cine fue, cuanto menos, decepcionante.
No puedo decir que fuera del todo inesperado, sobre todo después de ese horrible trailer en TV, con ese horrible doblaje... (Consejito: versión original, por dios) Pero en cualquier caso: Woody, ¿qué te ha pasado? ¿Por qué haces una película que es algo así como si otro tipo con la mitad de talento, experiencia, gracia... hubiera intentado hacer una peli "a lo Woody Allen?
Y puestos a preguntarme cosas, me gustaría entender por qué Penélope recibe todos los halagos cuando Scarlett y Rebecca (sobre todo Rebecca, o sea, Vicky, lo mejor de la película sin duda) se la comen con patatas sin necesidad de efectistas arrebatos latinos... Y por qué volver a esa manida caricatura del artista atormentado, intenso, pasional... Y tantos otros porqués que podríamos resumirlo todo en un gran "¿Por qué, Woody?"