En la línea de las peores de películas de Antena 3 los sabados por la tarde. Hasta el título es malo: ni siquiera resaltan los ojos azules de la asesina. La tía se carga al finado y no queda muy claro que el tío fuera un monstruo, porque las dosis de estupidez y ñoñería de ella son encomiables. El guión es malo, malo, casi tanto como la actuación de su abogado. La única que brilla un poco es la actuación de la fiscal -una morena de CSI- que recrea los hechos. No queda claro por qué le mata tan fríamente: el hombre no hizo méritos suficientes ¿alguien los hace?. Pero es la película la mala y aburrida, no ella, porque los asesinos ya se sabe que muy bien no están...
Mejor no verla, salvo si queremos echar una cabezadita y reencontrar la historia sin problemas.

Lo mejor son los efectos especiales.Meterse en el papel de esa persona que perdió una parte de sí en un accidente y que ha de seguir viviendo. Imaginaos que estais convencidos, además, de que la actriz no tiene tampoco esa parte de cuerpo como me ocurrió a mí, y pensáis aquello de ¿y en cuantas películas podrá trabajar? porque no hay muchas papeles de ese tipo. Al final te enteras que no hay tal tragedia y que el de los efectos especiales hizo un trabajo excelente.
Por lo demás, se trata de una historia de esperanza: siempre hay que empezar de nuevo porque estamos vivos. Con dignidad y con ilusión, adaptándote a tu realidad, intentando ser feliz. A la protagonista de ficción no le devuelven ahí esa parte de su cuerpo, pero intenta hacer una vida con el protagonista quien no porque ella esté así le dará más o menos de lo que parece dispuesto a dar a ninguna otra mujer. Digamos que ni le apena que esté así de inválida para llevársela al catre, ni para decirle ahí te quedas. Vida normal ¿no? En resumen, creo que merece la pena ver esta película.

Unos diálogos muy naturales y sinceros para unos personajes muy creibles. El perro flaco ha resultado ser un tipo que ha dispuesto todo su mundo a su antojo, y de pronto se le cambian de lugar la amante, el amigo y la mujer.Hasta él mismo está embarcado en una aventura que le angustia. Toda la película la pasa el protagonista arrastrando su cadera herida, trasunto de su vida, también herida. Se quejará de ambas amargamente mientras trascurren los minutos.

José Sacristan en un papel como tantos que ha protagonizado: el del tío amargado y de vuelta de todo; que parece que ya fuera viejo cuando joven. No la recomiendo porque su ritmo es aburrido.
No veo un personaje diferente al del mismo Sacristán, es él mismo, el mismo actor mediocre de la transición. El actor reconocible siempre que no pasará a más. ¡Lo siento, haber hecho mejor cine, tío!

En una Cataluña de película los castellano-hablantes maltratan al catalano-parlante Eric de forma gratuita y reiterada. El sistema jurídico español es muy malo: la fiscal es la bruja que le amenaza con el reformatorio si no afirma ser español, amás de catalán. A la escena asiste el abogado defensor del menor, quien calla. La Constitución reconoce varios derechos que se estarían vulnerando: libertad de conciencia y de ideología, nadie puede ser conminado a manifestarse sobre su pertenencia a nada, y una fiscal no puede exigirlo, porque su actuación se vicia.
Un niño radicalizado, pero unos padres tibios, nada nacionalistas. Un niño con bastante mala leche enviando emails ciertamente comprometidos, pero nada más. Todo el asunto muy estúpido, salvo que se lo quiera sacar de madre por uno u otro lado.

Como digo: pura basura nacionalista en que los españoles no catalanes son los malos y los catalanes españoles son los buenos. Dudo que los hechos fueran ésos. la película sirve a la manipulación y consigue encender la polémica pues comienza con el letrero de que los hechos son ciertos.
Saludos, y no la veáis.