Mario Casas (Michael Fassbender) haciendo footing con sudadera gris (anda! Como en Shame), masturbándose en la ducha (anda! como en Shame) y paseándose desnudo por su casa (anda! Como en Shame). Vamos, muy original todo. Y solo han pasado 3 minutos de serie. De denuncia.

Insulsa película que fracasa estrepitosamente en todos sus intentos por conseguir transmitir ese "buen rollo" al espectador que tanto intenta vender con sus avances, trailers y spots publicitarios. . Actores exagerados (no me creo a NINGUNO), personajes repelentes a los que dan ganas de abofetear (verbigracia la carapán de Jacki Weaver) y situaciones que rozan el patetismo y la vergüenza ajena (ver spoiler).
El resultado es un soberano aburrimiento de dos horas (te la pueden contar en medio minuto)
Y pensar que engendros como este hallan sido nominados a los Óscar...

A pesar de que Javier Gutiérrez es buen actor, este film es muy previsible y bastante inverosímil. Bebe de filmes como la mucho más interesante Harry, un amigo que os quiere (con Sergi López) y sobretodo Retratos de una obsesión (a quién por cierto le plagia de forma descarada una escena casi al principio). Si a esto le sumamos que sale Mario Casas, un chico que no sabe actuar y que por ende te saca de la trama al momento, obtenemos una peli bastante regulera.

Película pasable, que en ocasiones bebe de Misery (1990) la más reciente Mientras Duermes (2011) o Átame (1989). Es entretenida y tiene un par de escenas buenas, pero sigo sin creerme a Mario Casas aunque esta no es su peor actuación. De todas formas no deja de ser el típico thriller de psicópata obsesivo.
Meh.

Seré breve. No es Mary Poppins. Nada recuerda a Mary Poppins. La música no engancha. Las canciones no llaman la atención, ni siquiera el papel anecdótico de Meryl Streep que no aporta absolutamente nada a la trama. Muy mala.