De la mano de Wood Harris y Jamie Hector se nos presenta un drama urbano acerca de alcanzar la grandeza. Es la historia de un día en la vida de una estrella consagrada del rap llamada A-Maze (interpretado por Wood Harris) que se siente declinar y ve amenazada su vida por los sicarios de un rapero rival. Es la historia, además, completamente opuesta, de un rapero modesto de gran talento (Eastie: interpretado por Jamie Hector) que lucha por alcanzar la fama y la fortuna de A-Maze y por evitar que le tiroteen en las peligrosas calles del guetto haitiano de Miami.

Pese a que los hechos que se desarrollan en la película no son los de un día cualquiera, precisamente, sí que se alcanza cierta clase de detallismo en la narración que nos recuerda a otra producciones como las series "The Corner" o "The Wire". Serie esta última en la que precisamente Wood Harris interpretaba al narcotraficante Avon Barksdale y al que, en su tercera temporada, se oponía (venciéndole) precisamete un Jamie Hector caracterizado como Marlo Stanfield. Se vuelven a reunir estos actores y, ciertamente, le dan una solidez notable a una película con una producción modesta.

La película plantea una moraleja bíblica evidente: "No pierdas tu alma por dinero". La cuestión es que nadie parece seguir ese mandato...

Excelente final.

Con violencia "de género" incluida, esta pelicula es una devastadora reflexión sobre los límites a que está sometida toda persona en una situación opresiva y lo imprevisible de su reacción ante ésta. Todo hombre tiene un límite: incluído un profesorcillo cobarde.

Hay quien ve "El Sexto Sentido" por segunda vez. Y hay a quien le gusta. A mi, personalmente, no. En Predators vemos muchos guiños a la primera entrega de la saga de Depredador protagonizada por Schwarzenegger. Pero no estamos ante un remake, una mera repetición que no nos sorprenda en nada, en tanto las similitudes con la primera entrega son una consecuencia de la propia historia y no un forzado artificio. Es más, lo que en la entrega ochentera sólo se esbozaba en esta película se desarrolla hasta conformar un mensaje nihilista, en realidad una resignada reflexión sobre el ser humano, bastante encantador.

Los personajes de esta película son mucho más interesantes que los de la primera de la saga: que evidentemente era una película de serie B a mayor gloria de los "músculos" Schwarzenegger y el "Apollo" de Rocky. En esta, claro, la visión de infrarrojos tiene menos protagonismo puesto que no es preciso ocultar carencias tecnológicas (siempre al servicio del buen suspense en las manos adecuadas) y no tendría gancho repetir la idea del mero suspense como en la primera entrega (con Alien 3, película muy notable, se puede ver: despreciada por casi todos apenas se cae en la cuenta de que es, en el plano del thriller, tan buena o incluso mejor que Alien El Octavo Pasajero pero sin el factor de la originalidad). Por eso Predators es una película de acción pura y dura: como Aliens El Regreso.

El resultado me ha sorprendido gratamente y creo que se está tratando muy duramente a esta película por pura nostalgia. Esperemos que futuras ideas sobre el universo Aliens o Predators sigan la línea marcada por este filme.