Es sabido que el hombre es un animal gregario. Cuando alguna idea logra imponerse en la masa, es extremadamente difícil que esa idea sea abandonada, a pesar de que se trate de algo falso o estúpido. Una de estas opiniones generalizadas es que Tarantino es un genio del cine.

Reservoir Dogs es la primera película que veo de este tipo. Antes de hacerme con ella miré en Filmaffinity opiniones sobre ella, y el veredicto es unánime: con más de 45.000 votos tiene un 8.2 de nota y multitud de comentarios a favor, tanto de críticos profesionales como de simples usuarios. “Bueno, tanta gente no puede estar equivocada.” Así que luz verde.

Primera escena: una reunión entre varios amigos charlando sobre nada. Un Tarantino escasamente dotado para la interpretación dando una explicación sobre “pollas, pollas, polvos, y pollas”. La reunión, de varios minutos de duración, no lleva a ninguna parte, no explica nada anterior ni futuro, es puro aire, puro vacío. Supongo que para hacer minutos.

“Vamos a darle tiempo. Aunque los 10 primeros minutos sean infumables seguro que esto arranca y no me cabe duda que será la rehostia”. Pues no, amigo. Hay simplemente una sucesión de escenas eternas, mal rodadas, con diálogos fuera de lugar y más falsos que un euro de madera, y sobre todo, altas cantidades de zumo de cereza. ¡Es increíble la cantidad de sangre que puede perder un hombre y aún así seguir vivo! ¡Bien, Quentin!

Ya ha pasado una hora desde que empezó y los negros presagios iniciales se han cumplido: esto es un bodrio como la copa de un pino. La falta de acción es desesperante, así como la vacuidad intelectual, y el despiporre de diálogo es de juzgado de guardia. Los trabajos de cualquier novato de una escuela cinematográfica cualquiera son muy superiores a esta laureada basura.

Ah… pero qué genial trabajo de Quentin. No solo la dirección, no, me refiero a especialmente a su trabajo como actor. Qué realismo. Cómo transmite naturalidad. Sobran palabras.

Dicen que la cara es el espejo del alma. Una persona con ese rostro tan bello tenía que estar necesariamente dotado de gran sensibilidad artística y lleno de sutileza, como ha demostrado en su variada y rica filmografía.

No solo la película es mala, sino que narra los hechos ocurridos como le viene en gana.

La fotografía es penosa, parece que la película tiene medio siglo más de antigüedad de la que realmente tiene. ¡Qué calidad de imagen tan lamentable! Las interpretaciones son, en el mejor de los casos, flojas. El ritmo... simplemente, no existe. Y lo peor es que tratándose de una supuesta biografía, le da todas las patadas que quiere a la Historia, lo que ocurre en la película no tiene nada que ver con lo que sucedió realmente.

En fin, totalmente prescindible. Su visión puede ser hasta perjudicial para la salud.

Sorprendentemente, la película mantiene el tipo. Esperaba una comedieta barata, cutre, sin medios y con aún menos imaginación, pero se hace muy entretenida.

Nils Jørgen lo hace genial, se gana el cariño del espectador y sostiene toda la película sobre sus hombros. No es, para nada, el "Torrente sueco" como he visto subtitulado por ahí, salvo en el grosor. Al contrario, es un tipo entrañable y lleno de humanidad.

Lo bueno: Película sin ínfulas de grandeza, en líneas generales verosímil, simpática, graciosa, y una coprotagonista preciosa.

Lo malo: Algunos momentos de bajón de calidad, alguna que otra situación rocambolesca poco creíble y trozos de sexo (por suerte, no explícito) que tal vez estén de más.

Eso sí: hay que verla en VOS. El doblaje no da miedo, sino cagalera directamente.

Tiene pocas pretensiones y eso se advierte a los 30 segundos de visión. Música muy monótona, topicazos, argumento totalmente previsible, chistes sin gracia alguna y más vistos que el tebeo, guión deplorable... todo lo contrario a lo que debe ser una buena comedia. Lo único que sostiene la película es una ambientación original y el carisma del dúo protagonista, y aún así no la pude terminar, dejándola cuando el enésimo simulacro de pelea se alargó demasiados minutos.

Solo recomendable para público infantil. Ni siquiera para nostálgicos, pues es más que probable que su revisionado pulverice el dulce recuerdo que se guarda.

Esta película es una oportunidad desaprovechada. Técnicamente no es mala, en realidad las 2 horas se pasan relativamente rápido y es “bonita” de ver, aunque no de oír. Lo que realmente la echa a perder es la lamentable elección de los actores, un puñado de niñatos, a saber: el chino que sabe artes marciales, el ruso medio tonto con un acento ridículo y forzado, y cómo no, el mítico americano guaperas y chulito. La trama tampoco es gran cosa. No ha logrado captar mi interés. A los 10 minutos me di cuenta de que nada de lo que me estaban contando me interesaba, poco importa que se carguen el planeta de Tumbuktu si luego se puede dar marcha atrás en el tiempo y desfacer el entuerto; y desde el primer momento se sabe que el guaperas al mando de la nave espacial hará unas virguerías y conseguirá matar a los malos sin dificultad... es de una previsibilidad y convencionalismo que por momentos llega a ser grotesco. Eso sí, no se puede negar que se maneja bien el ritmo y consigue que a pesar de estas deficiencias el interés no se desplome y se mantenga constante.

Lo único que me sabe mal ha sido que mi pobre madre se haya tragado este tostón, leyendo las crónicas y viendo la nota pensaba que sería una película más presentable. Es pasable, para entretenerse en una tarde aburrida, pero poco más.