Te encuentras con una película que no conoces de nada, empiezas a verla con toda la desconfianza y la verdad es que cuando termina te deja esa sensación de haber pasado un muy buen rato. Quizás no pasará a la historia, ni la encontrarás en las listas cinéfilas de internet, ni por supuesto la verás en tv, porque como tantas otras películas nunca pasará por ese círculo cerrado que es ese catálogo de siempre y que parece compartir todas las cadenas.
Robert Mitchum bien como siempre y como siempre casi sin mover un músculo de la cara, Janet Leigh bellísima y como decía un slogan de la época "la mujer de los pechos de acero". De verdad si la ves no te arrepentirás y además lo pasarás muy bien.

Esta es una de esas películas que nunca aparecen en ninguna de de esas listas que tanto circulan por internet, que dificilmente emiten en una cadena de televisión, es de esas películas cuyo nombre no está en el recuerdo de muchos aficionados al cine. Y sin embargo si la has visto probablemente permanecerá en tu memoria.
No es que sea una obra maestra, pero es una buena película, con muy buenas interpretaciones, con inteligentes diálogos y con ritmo agil y divertido. Lo único negativo que le encuentro es un final algo precipitado, quizás porque el supense no deja de ser una excusa para hacer una muy buena comedia.
En definitiva una película que si descubres seguro que te dejará un buen recuerdo