Venga, que no es tan mala. Además, eso de ver a Fraiser capitaneando un submarino tiene su punto. Con la de veces que la ponen en la tele se le acaba cogiendo cariño.

Este proverbio indio viene a decirnos que da igual cuál sea nuestro nivel (jugador de café o Gran Maestro) el ajedrez puede darnos alegría y disfrute. Si bien es cierto que una gran mayoría de los campeones del mundo muestran actitudes “peculiares” (cuando no están directamente como una cabra), no se puede generalizar, y esto es algo en lo que las películas sobre ajedrez suelen caer con facilidad: presentar el juego como una ventana a la locura, fuente de obsesiones varias.

Pues no, señoras y señores, afortunadamente no es así, y como reza el proverbio que encabeza esta crítica, cualquiera desde el niño al viejo puede disfrutar y aprender con el ajedrez. Así que a ver si aparecen más películas que hagan promoción y apología del “juego rey”, que falta hace, sin caer en tópicos y asustar a los padres que teman que sus hijos se vayan a convertir en unos locos por culpa de los 64 escaques.

Así pues, la película, aparte de lo ya dicho, no está nada mal, teniendo en cuenta que es un telefilm, y todo es bastante correcto en ella. El 7, tal vez excesivo, es sin duda por la temática y los protagonistas, que cumplen.

He de reconocer que cuando fui a verla con mi novia y un grupo de amigos estaba receloso: ¿una peli de la Cenicienta? Uuff. Pero me sorprendió para bien. Y es que, como nuestro querido Vladimir Propp ya nos había dicho, los cuentos funcionan desde hace siglos porque nos dan lo que queremos, ciñéndose a unas estructuras que se repiten de forma más o menos parecida en diferentes culturas por todo el mundo.
Cuando acabó y salieron los títulos de crédito me enteré que el director era Kenneth Branagh y pensé: aah, con razón. Aunque sea una peli de encargo, le da un toque curioso.

Puntos fuertes: El vestuario y la ambientación están muy currados. / Cate Blanchett, que hace una madrastra muy madrastra y además saca unos modelazos de no te menees (aunque para mí no llega al nivel de Anjelica Huston en aquella otra versión “de personas” que no recuerdo como se llamaba). / Que no se cante le sube una estrellita a la nota; me gustan los musicales, pero una cosa es una cosa, y seis media docena. / Bonham Carter hace de hada madrina; al verla menear la varita temí que se equivocara y lanzara a la calabaza un Avada Kedavra, pero no.

Puntos débiles: la prota es un poco sosita, y además pretenden que tenga 17 o 18 y en realidad… bueno, lo he mirado y la actriz tiene 26, pero aún así, no cuela. / Que las hermanastras no se corten el pie para que encaje en el dichoso zapatito, como en el cuento, o alguna perrería de esas que les gustaban a Perrault y a los Grimm, pero ya era demasiado pedir.

PD. En un momento dado durante la fiesta, el príncipe se lleva a Cenicienta aparte y le dice “te voy a enseñar algo que no le he enseñado a nadie”; o algo así. Seré muy mal pensado, pero no puede evitar reírme. Vaya con los cuentos…

Lo mejor de la peli: Morgan Freeman de sarraceno enseñándoles algo a los incultos ingleses y Alan Rickman de villano.
Lo peor: que Kevin va de flipao por la vida como siempre y que la echen taaaaanto por la tele; si no la he visto 10 veces no la he visto ninguna.