Siendo la única película de Greenaway que he visto, no puedo hablar de su obra en general, o de sus obsesiones como autor, de lo único que puedo hablar es de su trabajo aquí, que obviamente presenta una personalidad muy pronunciada. Su acercamiento a Rembrandt y su obra viene dado desde un punto de vista pictórico y teatral, que según avanza la película va dejando claro el poco interés que tiene el director en presentar una película “cinematográfica”, sino mas bien al contrario, ocultando y reduciendo en la medida de lo posible el elemento mas propio del cine, el montaje. Evitando la mayor parte de las veces realizar movimientos de cámara, y cuando los usa, son tan lentos que pasan a ser imperceptibles ya que su utilización no es narrativa, sino para cambiar de un escenario a otro y debido a la sobrecarga de contenido visual de la mayoría de los planos que acaban distrayendo al espectador de esos movimientos. Así la mayoría de las escenas de la película están concebidas como cuadros estáticos, narraciones pictóricas donde el movimiento es casi un lastre, y desde enfoques de cámara puramente teatrales (lo que vuelve a ser una muestra de voluntad anti-cinematográfica, ya que no solo nos lleva a pensar en el teatro, sino en la época del nacimiento del cine, cuando aun se veía a este como un simple teatro grabado y la cámara permanecía estática a lo largo de toda una secuencia manteniendo el mismo plano) la iluminación, la fotografiá, el vestuario....todo menos quizá las actuaciones intenta reproducir el ambiente de los cuadros de Rembrandt. ¿Lo consigue? En mi opinión, no; Rembdrant aspiraba a representar la realidad sin idealizaciones, Greeaway al tratar de darnos esa realidad sacada de sus cuadros lo que consigue es quitarle naturalidad y “falsificarla”. Eso no quita para que el principal merito de la película sea su belleza plástica y todos esos elementos técnicos anteriormente mencionados. Y a modo de defensa ante eso, el mismo Greenaway inserta en la parte final un dialogo sobre lo que pretendía Rembrandt con su cuadro “La ronda nocturna” que encaja perfectamente con la película, así parece decirnos el director que sus pretensiones con la película son las mismas que las del cuadro, equiparando en cierta medida ambas obras.

Si sus méritos son muchos, sus defectos no son pocos. Un metraje excesivo, escenas sobrantes por anecdóticas o faltas de contenido y que en muchos casos parece que Greenaway haya metido todas las ideas que tuvo de como rodas escenas sobre un mismo tema, así esos temas quedan repetidos hasta la saciedad. Un ritmo demasiado lento, que hace que una película ya muy larga, parezca mas larga. Exceso de personajes en la trama. Debilidad de la presentación del tema conspirativo (al final, a ratos parece que sea un “código DaVinci” cualquiera).

Con cosas como esta, que por lo leído en algunos sitios contó con un presupuesto superior a 2 millones de euros del que recuperaron solo la mitad en cines y que no se justifican en pantalla ni en un millón de visionados, a menos que construyera el psiquiatrico de la NASA ese específicamente para la película, porque no sera el gasto en actores (donde la cara más conocida es una de las niñatas de los Serrano...no hay más niños en España, o ¿es que pensaban que igual conseguían atraer espectadores de la serie a la película?), que ciertamente no aportan NADA, más allá de los desnudos casi siempre gratuitos de la Brondo.

Pero yendo al film en si, y no al fiasco económico, que nos encontramos? una película de genero indeterminado (¿terror? no mucho ¿thriller? tampoco demasiado ¿comedia? no intencionadamente...) malamente parida por alguien a quien le hubiera gustado hacer una de Lynch y que no se le ocurrió otra cosa que meter retortijones de guión, unidos a despertares súbitos dentro de despertares súbitos dentro de escenas de sexo dentro del aburrimiento general del espectador, todo aderezado con..¡piscologos argentinos con coleta! ¡Dibujos infantiles! y ¡gente dentro de un manicomio ante la duda de que es real y que es Matrix!

Al final para lo único que sirve es para apreciar mejor las películas españolas de genero buenas, o al menos potables.

Cuando un género o subgénero llega a un determinado punto en el que los temas principiales ya han sido tratados demasiadas veces, la cosa empieza a degenerar y a crear "mónstruos deformes", o sea variaciones y exploraciones que en muchos casos pueden resultar más interesantes que las peliculas que repiten los esquemas ya trillados.

Bien, este no es el caso. Fido coge una idea anecdótica del final de "Shaun of the Dead" y la mezcla con un poco de ambientación irónica de los 50 (Muy en la linea de cosas como "Pleasantville" o la saga de videojuegos "Fallout") y acaba siendo una zombie exploitation sin gracia y sin carisma, con una ambientación demasiado estrecha y de postal, unos personajes de recortable y demasiados elementos forzados y estúpidos en el guión. Por no decir que su punto de partida ya es bastante poco acertado. Lo mas destacable del lío son las apariciones de Carrie Anne Moss (hecha todo un icono MILF) y Tim Blake Nelson en el papel del vecino Zombiefilo.

Una curiosidad para los aficionados al cine "Zombie", pero de bastante poco interes para cualquier otro.

Y sigue destrozando la franquicia y acabando con personajes que no merecen ser tratados así.

Con suerte, esta recaude menos de lo esperado y la Fox se piense en hacer mas películas de los X-men simplemente para mantener los derechos...o para explotar la gallina de los huevos de oro....que cada vez va siendo mas de plomo, dada la morralla que hacen.

De todos los personajes presentados.....hay 0 personajes bien llevados, o bien caracterizados o adecuadamente usados....siendo el peor ejemplo (y el mas doloroso para mi) el de Masacre.....que subidón de drogas mezcladas con partidas de Mortal Kombat hizo que el guionista decidiera convertir a Masacre en Baraka?, no es como si Masacre tuviera una historia editorial para elegir lineas de dialogo y posibles historias...no....que va.

Como adaptacion pifia por todos lados...pero y ¿como película? pues también, música del todo a 100 en tooodas las escenas, personajes que aparecen y desaparecen sin mucho tino, poderes pateticamente exagerados para intentar hacerlos "guays", situaciones forzadas a convertirse en escenas de acción no demasiado bien rodadas y Gavin Hood probablemente dirigiendo desde su caravana mientras mira el oscar que consiguió pos Tsotsi. Un desperdicio de dinero que en realidad no se merece un 4, pero como "mala" (que es la nota del 3) del todo no es (es entretenida, te pasas la mayor parte del tiempo meneando la cabeza pensando "vaya mierda" pero entretiene) pues lo dejamos en el 4.

Ojo que por el final hay una escena de un amanecer que es casi tan triste y ridícula como la del final de Van Helsing.

En fin, cual sera la proxima cagada de la Fox despues de Street Fighter, Dragon Ball y esta? ¿Avatar?

Bien, vale...es un peliculón. Tiene unas actuaciones excepcionales. Y Aronofsky dirige como una bestia cinematográfica. Pero definitivamente este no es el camino que me gustaría que tomara Aronofsky. Espero que en posteriores proyectos vuelva al redil de la sci fi, más que nada porque para los pocos directores aparentemente decididos a defender un género como el de la ciencia ficción, perder a uno de los mejores seria realmente trágico.

Sobre la película es difícil añadir nada que no haya en las otras críticas. Sin duda una de las películas que deben ser vistas del 2008, guste o no guste la temática de la lucha, las escenas en las que pela el mundillo del wrestling son brutales, y eso es el día a día de un montón de personas que probablemente no tuvieran nuestra empatía sino fuera por una pelicula como esta (la verdad, no tiendo a empatizar demasiado con montañas de carne de más de 100 kg. cuyo objetivo es hipertrofiarse y enzarzarse en peleas ficticias con narraciones de baratillo). Tecnicamente irreprochable, desde el grano de la fotografía hasta el movimiento de la cámara (en el extremo opuesto al de la salvaje cámara frontal de Pi), todo tiene una personalidad exacta y que encaja perfectamente con el ritmo y la historia.

O sea, Si, pero No...y que cada uno lo entienda como quiera.