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España España · valencia
Críticas de ed crane
Críticas 3
Críticas ordenadas por utilidad
6
7 de octubre de 2007
8 de 8 usuarios han encontrado esta crítica útil
... seguramente es porque están hablando mal de ti. Y es que sin duda, Noise por lo introvertido de su planteamiento, parece una película susceptible a las malas criticas por parte del confuso (aunque no lo suficiente como para estar además entretenido) espectador.
Sin embargo, la cinta de Mathew Saville resulta ciertamente correcta en lo que al apartado técnico se refiere, siendo esta la gran baza de la película y el único medio por el cual en ella se dan ciertos momentos destacables.

Se trata de la crónica contundentemente pesimista de la desintegración de un conjunto social concreto (el de los trabajadores de "a píe" de una cuidad australiana), a raíz del impacto moral que en él produce el brutal asesinato de un grupo de personas que, por casualidad, viajaban en un vagón del metro. A partir de aquí, y con una puesta en escena apoyada principalmente en una fotografía soberbia y un original uso narrativo de la banda sonora diegética (particularmente aquello que escucha o más bien intenta no escuchar el personaje principal), Saville radiografía el conjunto de la comunidad social a través de un policía bloqueado a nivel psicológico y físico (incipientes problemas de audición), que actúa como bisagra entre los demás personajes de la historia, entre ellos una superviviente del ataque en el vagón, el novio desolado de una de las víctimas, un chico con retraso mental conocido por todos, etc..

Puede que el principal defecto de la película sea que su gionista (el propio Saville) parece haberse tomado demasiado en serio la línea argumental de la película, con un guión que tan solo rompe su mencionada seriedad en algunos diálogos (escasos pero bastante lúcidos) que el policía mantiene con un perturbado que acude a su oficina móvil. La manera en la que es retratada la desidia del personaje central es de lo mejor de la película mientras que, la historia de la superviviente llega a ser un poco exageradaza en cuanto a sus reacciones. No obstante, es el buen trato del apartado técnico lo consigue por momentos captar la atención del espectador (sobre todo hacia el final de la película).
Una película con cierto regusto agridulce, que merece un visionado aunque solo sea por su trabajo de fotografía.
ed crane
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8
3 de octubre de 2007
5 de 8 usuarios han encontrado esta crítica útil
Películas como Funny Games hacen que merezca la pena seguir confiando en el cine como plataforma para proponer debates sociales, y sobre todo, como instrumento reflexivo mediante el cual, el conjunto de la sociedad occidental pueda llevar a cabo la nunca amable tarea de encontrarse cara a cara con sus propias luces y sombras.
En un panorama cinematográfico como el actual, donde la violencia es tratada como una atracción más del parque de atracciones del cual títulos como "Alpha Dog" (por decir uno reciente) forman parte, la cinta de Haneke se ha convertido en poco tiempo en el paradigma de la violencia llevada al cine.
Con una puesta en escena más que correcta y un guión solido y sin lugar para concesiones, el director austriaco propone una historia de "violencia irracional" que le sirve para recordarnos hasta que punto nosotros como espectadores, somos cómplices y partícipes de la misma. La película, según mi punto de vista, no es más que un ensayo acerca de la capacidad de fascinación hacia la violencia del hombre. Los dos "niños pijos" que asaltan a la familia
no son más que el resultado de una sociedad sin el coraje suficiente para expiar sus propios demonios, y demasiado acomodada tras el escudo de una moralidad "por defecto" e hipócrita.
Entre ellos se llaman continuamente como personajes de ficción de toda la vida (Tom y Jerry, etc.), dato que nos sirve para situar el origen de estos monstruos cuya única motivación parece ser pasar un "rato divertido".
De la misma manera que el espectador se angustia a través de largos planos secuencia y diálogos encajados al milímetro para conseguir tal efecto, por otro lado llega a un punto en el que se hace consciente de que su papel en la historia está más cercano al de los verdugos que al de las víctimas, idea transmitida por medio de los diálogos con la audiencia del personaje de Arno Frisch, quien nos recuerda que "no solo ellos" están pasando un rato divertido, dejando claro que en cualquier thriller o "slasher" al uso, la violencia resulta no solo atractiva sino la razón de ser de la narración en sí. Es precisamente aquí donde Funny Games adopta la dimensión de ensayo cinematográfico, pues prácticamente toda la violencia de la cinta se desarrolla fuera de campo, dejando claro cual es el propósito real de la narración.
Michael Haneke nos invita a reconocer en la violencia un sentimiento tan horrible y angustioso como intrínsecamente humano, capaz de captar toda nuestra atención independientemente de su irracionalidad. Una lección de cine que (como es habitual en su director), no realiza ningún juicio sino más bien propone un dialogo al espectador con el que reflexionar acerca de la crueldad como diversión horrible y humana al mismo tiempo.
ed crane
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6
7 de octubre de 2007
17 de 35 usuarios han encontrado esta crítica útil
Llegué al festival de Sitges el sábado 6 de octubre a eso de las 9 de la mañana y tras haber intentado sin éxito conseguir entradas para el pase de REC que se iba a hacer esa noche, me acerque a la taquilla con la esperanza de que se pusieran algunas a la venta. Al final lo conseguí. Ya en la cola del cine, a eso de las 10 de la noche, el número de personas aumentaba cada segundo que pasaba, todo el mundo hablaba de REC y de lo que habían oído de ella, incluso la organización repartió cuartillas entre la cola avisando de la peligrosidad de la película para las personas epilépticas y de que las reacciones del publico iban a ser grabadas en video. La cosa prometía y la tensión se podía sentir en el ambiente. Sin embargo, una vez dentro de la sala llegó la peor parte de la historia y el motivo de esta crítica: la película en sí.
Y es que, aunque todo sea excusable si con ello se promociona y, en cierta medida se defiende la producción cinematográfica de este país, lo cierto es que la obra de Balaguero-Plaza ha sido objeto de una campaña publicitaria que a la larga resultará perjudicial para la película, pues por el contrario de lo que en ella se defiende, Rec no de miedo, da muchos sustos pero, sinceramente yo creo que no es esto de lo que se trata aquello de “experimentar el miedo”.
De la misma manera que sería totalmente injusto decir que se trata de una mala película, también lo sería decir que aporta algo realmente nuevo al género fantástico, o que siquiera intenta avanzar o profundizar en el mismo. Partiendo de un planteamiento ciertamente original e hiperrealista la cinta termina cayendo en los mismos tópicos “de siempre”, abusando de los sustos y de las explicaciones fáciles (como ya ocurría en las anteriores “Frágiles” o “Darkness”), además de un movimiento exagerado de cámara que aunque original, resulta funcionar como un elemento más de la maquina de sustos que es REC.
El principio es de lo mejor de la cinta, destaca por su realismo extremo y bien planteado que llega a convencer y por lo tanto a inquietar al espectador, sin embargo, una vez se muestran todas las cartas de la trama y las voces de los personajes se convierten en gritos para siempre, se hace evidente no solo que Manuela Velasco es mejor presentadora que actriz, sino que para sacar adelante la historia sus directores han terminado echando mano de recursos de otras cintas como por ejemplo The Descent (película a la recuerda su parte final).
Definitivamente creo que la expectación que sea creado por Rec es sin duda una buena noticia y que la evolución de este género en nuestro país en las últimas dos décadas lo es todavía más, pero por otro lado me sentí decepcionado por observar en esta película la intención de dar miedo únicamente a través de sustos y no por medio de la creación de una atmósfera realmente terrorífica de la que no puedas escapar una vez encendidas las luces de la sala, que es lo que en mi opinión resulta una “experiencia terrorífica” en el cine.
ed crane
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