No me cuadra que la pelicula esté ambientada en el año 99 y que salga un tipo vegano o que la familia entendiera qué es un vegano.

Y hay que decirlo, Banksy gana por goleada, tanto sus murales como sus ingeniosas respuestas no tienen desperdicio! La mejor respuesta de todas es cuando le preguntan que le parece que las autoridades borren todos los graffitis excepto los suyos: "Yo tambien creo que mis graffitis estan sobrevalorados, espero algun dia recibir la falta de reconocimiento que me merezco".

Ejemplos concretos muy burdos sobre la reducción del conflicto a una lucha entre buenos y malos: empezando por el personaje Joxe Mari ya de mayor, maquillado como si fuera un monstruo, tal cual. Lo mas impresionante es que al lado de todo este despilfarro en maquillaje, después de las torturas no le pinten ni el mas mínimo rasguño, cuando era de lo mas habitual salir con la cara completamente hinchada o con el cuerpo lleno de moratones. También tenemos el camarero de la Herriko Taberna, otro monstruo, chantajeando a Gorka para que pague el premio de poesía, o los amigos obligandolo a que vaya con ellos a hacer una acción directa contra Txato. Personajes y situaciones tan estereotipados que resultan muy poco creíbles.
Cada vez que se defiende la lucha de liberación nacional vasca se hace de formas muy simplistas y ridículas, en ningún momento se habla de reivindicaciones básicas y concretas como la defensa de un referéndum de autodeterminación. En vez de eso, los abertzales solo hacen proclamas que suenan muy chovinistas, obtusas e infantiles. Gran parte del discurso nacionalista vasco es canalizado a través del cura del pueblo, la cual cosa también me parece ridícula. Quizás en los años 60 o 70 aún el nacionalismo vasco iba bastante vinculado a la iglesia, pero a partir de los años 80 suena muy anacrónico.