La película recrea una fuga basada en hechos reales. Como entretenimiento debo confesar que voy perdiendo el interés poco a poco, he visto muchas películas de evasiones y durante el metraje me invade una sensación de déjà vu. No me creo del todo la relación que se establece entre prisionero y guardia, así como la ingenuidad de este último.
Es mostrando el contexto del drama norirlandés, dónde la película podría haber alcanzado cierta singularidad, pero ahí el director pasa de puntillas.

Es un gozo ver juntos a dos buenos actores pasándoselo en grande en una muy buena producción de netflix.
Es una muy buena road movie para atrapar a los villanos mas famosos, en un thiller muy entretenido.
Lástima que ya sepamos el final de la historia

Una película sobre tiburones de las finanzas que muestran sus escasos escrúpulos en un todo por la pasta, mostrando la degradación ética y moral de un mundo salvaje y sin reglas. La película rinde homenaje a Stone y su Wall Street, pero a diferencia de aquella, el protagonista de ésta no es un joven de cierto éxito, sino uno que anda perdido en busca de un camino que le permita obtener el reconocimiento y aprecio de la figura paterna.
La película me mantiene relativamente atento a lo que ocurre. Sigo con interés las experiencias de Seth, pero acabado el film me invade la sensación de que la función podría haber dado para más.
Ando buscando a la mítica figura de Gekko en Boiler Room, y no la encuentro. Hay sombras que son muy alargadas, también en el cine.

La mirada incrédula de los adolescentes ante la barbarie perpetrada por un adulto, y la falta de respuesta del mundo que les rodea ante un acto tan deleznable, me parece lo mejor de una película que se queda a medio camino de casi todo. Los protagonistas se dan la mano buscando cobijo mutuo ante un mundo que no llegan a comprender.
No llego a creerme la trama, ni me parecen creíbles las idas y venidas, como un Guadiana, de Jasper. El transito a la vida adulta de estos jóvenes les cae como una pesada losa.

Acciones despiadadas perpetradas por quienes supuestamente tienen que velar por la integridad de estos niños, son mostradas con el grado preciso de crudeza. Las imágenes mostrando la impotencia de las víctimas y de los que les acompañan en el intento de hacer justicia, me ponen los pelos de punta. Es un drama que deja un regusto amargo, cine hecho desde las entrañas, y te hace pensar. Es de las películas que recuerdas con un nudo en la garganta. Así es, a veces, el cine.