La verdad es que estoy bastante sorprendido por el nivel de producción de esta entretenida miniserie británica. Se trata de una revisión del clásico de H. G. Wells ambientada en Gran Bretaña a finales del S.XIX que desde el principio impresiona por su calidad técnica, aunque se mantenga en la mediocridad en el resto de áreas.

Uno de los aspectos que más me ha llamado la atención de esta serie, es el hecho de que no ha tenido que recurrir a la pomposidad para transmitirnos un enorme montaje apocalíptico digno de otras producciones con muchísimo más presupuesto. La serie es elegante, utiliza los detalles más grandilocuentes con sutiliza, dotando de una calidad final al producto de relojería suiza.

La serie transcurre a lo largo de tres capítulos que, sin ser especialmente cautivadores, mantienen la atención del espectador. Y aunque el ritmo de la trama pueda llegar a ser especialmente lento en algunos momentos de esta miniserie, en definitiva la serie entretiene. Cumple con su función.

Hoy toca analizar esta película de ¿terror? Bueno, a decir verdad el único susto que me inspira es al imaginar a los cientos de almas que nos hemos tragado o se van a tragar esta bazofia.

¿Por dónde empezar? Aquí hay de todo...

En primer lugar, y para mi sorpresa, Stacy (el director de la jugarreta) parece que se ha visto alguna película en su vida, más allá del porno quiero decir, porque de hecho nos ha regalado un refrito de una de las películas del género más interesantes, en mi opinión, de los últimos 5 años. Hablo de "It Follows" (2014) y los parecidos razonables se los dejo a su criterio. No digo que uno no se pueda inspirar en lo que hace un coleguita de profesión, pero oiga... No nos trate por idiotas.

Viendo algunas de las críticas, uno puede pensar en un comienzo brutal y en un progresivo decaimiento de la película. Nada más lejos de la realidad. La peli empieza mal, se desarrolla peor y termina (si es que usted llega al final) con un grupo de actores a la altura de videoclip de King Africa.

La historia tiene el sentido de mi tía Petulia... Que si un suicidio por allí, otro por allá, que si una bibliotecaria, un perro carnoso, una medium que parece una mezcla de vidente y Kim Kardashian ... En fin, todo lo que uno puede pedir para un bodrio sin paliativos.
Los sustos parecen sacados de un manual, una cara por aquí, un ruidito por acá, eso sí, sucedidos de escenas "tranquilas" no vaya a ser que a uno se le haya atragantado un sorbo de cola.

Y por no hablar de los efectos especiales... Vale que la peli esta corta de presupuesto, pero falta que no tenga un duro para que se metan en los berenjenales más gordos. ¡Cuanta falta hacia la mascota de la Parca!

En fin, póngase otra cosa...

Película excesivamente difusa, sin pies ni cabeza, que trata de tomarse demasiado en serio.

A medida que uno va viendo la peli se da cuenta de la descomunal pretensión de Ari Aster que intenta contarnos muchas cosas, aunque no nos enteremos de casi ninguna. De hecho, la película se toma tan en serio a sí misma que, por lo visto, en la postproducción nos la entregó con una duración superior a las dos horas.

La película parece no haber tenido un rumbo fijo en ningún momento. Los tiempos dedicados a cada trama del argumento carecen de sentido. Es más cuando parece que la historia es enrevesada nos sorprende con alguna otra “subtrama”. La película parece más bien un ejercicio del director para demostrar sus dotes cinematográficas. No tiene alma. Termina siendo un rebujo de clichés y escenas grotescas.

Una película que puede entretener por momentos se vuelve asombrosamente tediosa en sus tramos finales. Tanto que uno sólo puede esperar que termine pronto. El final volverá a atraer vuestra atención, aunque sea por el fiasco.

En definitiva, no está mal. Se deja ver. Pero ojo, que la película engaña como la pirita. Para mi, regulera y no sé, pero tengo la sensación que con el tiempo le pondré peor nota.