- Sinopsis
- En un remoto lugar de la Baja Baviera, el fascismo cotidiano se pone de manifiesto cuando el protagonista, Abram, sale de la cárcel y regresa a su pueblo natal. Considerado homosexual por los vecinos, estos lo rechazan cruelmente. (FILMAFFINITY)
- Género
- Drama Homosexualidad
- Dirección
- Reparto
- Año / País:
- 1969 / Alemania del Oeste (RFA)
- Título original:
- Jagdszenen aus Niederbayern
- Duración
- 88 min.
- Guion
- Fotografía
- (B&W)
- Compañías
- Links
Premios
1968: 2 Premios del cine Alemán: Segunda mejor película; Mejor actor sec. (Strixner)
La ignorancia produce Monstruos
17 de diciembre de 2019
La Alemania profunda retratada con crudeza en blanco y negro luminoso y espectral.
La vida en un pueblecito de Baviera, con sus prejuicios, tabús y su desdichada idiosincrasia.
El tema de la homosexualidad y como es tratada por la maledicencia de un pueblo tan podrido y hediondo como real.
Podría ser un Berlanga más grotesco si cabe, en sus ásperos retratos.
Y con menos conmiseración de sus personajes, de los que no deja títere con cabeza, nunca mejor dicho.
Basada en la obra teatral, de Martin Sperr. Cómo curiosidad él, interpreta al chico homosexual que desencadena los hechos.
La ignorancia centrada en torno a la homosexualidad y los ancestrales prejuicios que conlleva.
El salvajismo más becerril y pueril es retratado con brío y sin tapujos en una comunidad rural, dónde lo establecido como las creencias religiosas lo condicionan todo.
El ambiente me recordó en más de un momento a " Perros de paja". ( La obra que nos ocupa es anterior ).
¿La habría visto Peckinpah? Esa atmósfera asfixiante y enrarecida, dónde la maldad está detrás de cada piedra y los corazones están hediondos de miseria, podredumbre social y sequía de afectos y ternuras.
Las sombras de la maldad impostadas en las clases sociales más bajas. Relacionado con la ignorancia pero vital. No salva a nadie, desde la joven putilla, víctima y verdugo inconsciente.
Hasta la maestra o la madre del desdichado chico, el viéjete del pueblo o la hermana o madre, no me queda claro. Una jovencísima Hanna Schygulla, que después se convertiría en la musa de Fassbinder.
El director muestra una carencia de piedad absoluta por sus personajes, la misma que estos tienen por su prójimo y sobre todo por el cabeza de turco del pueblo.
El arranque es prodigioso, con la misa en latín y esos primeros planos de muchos de los fieles que compondrán éste retablo de sadismo rural.
Alternados por unos frescos religiosos de lo más simbólicos y suculentos.
Despotricando de sus congéneres y vecinos nada más salir de la santa misa.
Un Berlanga Alemán, de una calidad indiscutible.
Sin embargo, a veces filma con cierto desaliño, como si tuviera pocos medios para más.
Aunque la capacidad para el encuadre es notable cuándo no, superlativa.
La vida en un pueblecito de Baviera, con sus prejuicios, tabús y su desdichada idiosincrasia.
El tema de la homosexualidad y como es tratada por la maledicencia de un pueblo tan podrido y hediondo como real.
Podría ser un Berlanga más grotesco si cabe, en sus ásperos retratos.
Y con menos conmiseración de sus personajes, de los que no deja títere con cabeza, nunca mejor dicho.
Basada en la obra teatral, de Martin Sperr. Cómo curiosidad él, interpreta al chico homosexual que desencadena los hechos.
La ignorancia centrada en torno a la homosexualidad y los ancestrales prejuicios que conlleva.
El salvajismo más becerril y pueril es retratado con brío y sin tapujos en una comunidad rural, dónde lo establecido como las creencias religiosas lo condicionan todo.
El ambiente me recordó en más de un momento a " Perros de paja". ( La obra que nos ocupa es anterior ).
¿La habría visto Peckinpah? Esa atmósfera asfixiante y enrarecida, dónde la maldad está detrás de cada piedra y los corazones están hediondos de miseria, podredumbre social y sequía de afectos y ternuras.
Las sombras de la maldad impostadas en las clases sociales más bajas. Relacionado con la ignorancia pero vital. No salva a nadie, desde la joven putilla, víctima y verdugo inconsciente.
Hasta la maestra o la madre del desdichado chico, el viéjete del pueblo o la hermana o madre, no me queda claro. Una jovencísima Hanna Schygulla, que después se convertiría en la musa de Fassbinder.
El director muestra una carencia de piedad absoluta por sus personajes, la misma que estos tienen por su prójimo y sobre todo por el cabeza de turco del pueblo.
El arranque es prodigioso, con la misa en latín y esos primeros planos de muchos de los fieles que compondrán éste retablo de sadismo rural.
Alternados por unos frescos religiosos de lo más simbólicos y suculentos.
Despotricando de sus congéneres y vecinos nada más salir de la santa misa.
Un Berlanga Alemán, de una calidad indiscutible.
Sin embargo, a veces filma con cierto desaliño, como si tuviera pocos medios para más.
Aunque la capacidad para el encuadre es notable cuándo no, superlativa.
[Leer más +]
8 de 9 usuarios han encontrado esta crítica útil
Más información sobre Escenas de caza en la Baja Baviera