Seguimos fumando (1983)

Innecesaria tercera parte de la "trilogía de los fumaos", llevada a cabo por el dúo humorístico Cheech & Chong. La primera parte (Como humo se va) todavía tiene algunos gags graciosos; y la segunda parte (Cómo flotas tío) también podría salvarse; pero esta tercera parte es un gran sinsentido.

La película, dirigida por Tommy y escrita y protagonizada por ambos, no tiene prácticamente ningún argumento. El dúo se interpreta a sí mismo y, si sus personajes ya eran planos, más lo son sus vidas reales.

De lo poco que recuerdo es que Cheech & Chong viajan a un festival de cine en Amsterdam, al parecer porque son confundidos por otra pareja (esperaban a Burt Reynolds y Dolly Parton).

Como ya he dicho, además de no tener un argumento, la película está llena de situaciones absurdas, que difícilmente te harán reir (algo que las anteriores dos todavía podían conseguir). Un sinfín de estupideces que seguramente te aburrirán.

En conclusión, película sólo recomendable para fans de Cheech y Chong, que aún así deberán pensárselo dos veces antes de arrepentirse por haberla visto.

Una de las pseudopelis que más he llegado a odiar, y que desconocía que esta web se hiciera eco de su existencia, que es la continuación (por así decirlo) de la también penosa, patética y abominable "Como humo se va", que también sufri en mis córneas.

Mala con avaricia, se trata de un montón de situaciones sin sentido en las que siempre están chupando cámara los dos subnormales protagonistas, fumando y fumando porros sin parar. Totalmente desprovista de ningún tipo de gracia ni argumento, contiene larguísimas parrafadas estúpidas y situaciones tan imbéciles, que consigue que te lo pienses un par de veces antes de liarte un canuto (no se si sería esa su intención, aunque es mucho más que dudoso), no vaya a ser que te quedes al ínfimo nivel intelectual de los insoportables, aborrecibles, y detestables artífices de semejante basura filmada. Para puntuarla como se merece, no sólo debería haber cero sino también números negativos.

Tan recomendable como un menage-a-trois con la Duquesa de Alba y Carmen de Mairena en el suelo de una pocilga.