Más oscuro que el ámbar (1970)

Un título solitario llevado al cine dentro de la colección de aventuras del detective Travis McGee, y es que son numerosas las novelas de este personaje creado por John D. MacDonald (El cabo del miedo). En Wikipedia consta su historia ficticia, luego no voy a relatarla, pero por la película observamos que es un vividor sin profesión definida. Para los románticos del género diremos que está claro que se trata de un detective particular, y ese es el modelo que vale para sus actuaciones, por tanto, el físico y sus procederes son los típicos de otros famosos investigadores privados con más renombre, tipos duros pero sentimentales, irresistibles para las damas, pendencieros, valientes, cínicos y con un alto sentido de la justicia.

Y estamos de suerte, porque navegando descubro que está preparada la película The deep blue good-by (2019), Adiós en azul, primer título de la serie y segundo que será llevado al cine detrás de este Darker than amber. Adiós en azul estará protagonizada por Christian Bale en el papel de Travis McGee. ¿Qué tal resultado dará el acontecimiento? No me cabe la menor duda que muy bueno (espero). También hay una reseña que nos dice que existe un película para Televisión, Travis McGee, Travis con bigote porque está interpretado por el gran Sam Elliott y su bigote es sagrado.

Y bien está, por supuesto, en su línea, el siempre poco considerado Rod Taylor, que con su físico cumple la descripción del personaje novelesco. En esta aventura oscura, McGee evita una muerte segura a una mujer; está claro que el instinto de protección sobre ella crea un fuerte vínculo. Pero el peligro no ha pasado…

Más oscuro que el ámbar tiene un empiece con un dato curioso pues es parecido al de La mujer de cemento (1968), similar no idéntico (ya que aquí Travis llega a tiempo), corresponde ese título a una aventura del detective Tony Rome (Frank Sinatra) de otro autor americano dedicado al género.

Más oscuro que el ámbar es una producción meritoria, una joya que ofrece con fidelidad lo que ofrecían las novelas de entonces, de fácil y económico consumo por un público ávido de lectura de evasión en el terreno policíaco. Es así, cumpliendo perfectamente la liturgia del género: esbozo del personaje principal, crítica social, que no aguanta ni media pero controla su carácter, si es suficiente con poner una oreja colorada pues no le rompe la cara al zoquete de turno; con amigo fiel o secretaria o alguien cercano, violencia, mujeres atractivas, localización reconocible, encuestas en cafeterías, garitos, acción y con un malo de categoría, aquí es William Smith, que poco después se ganó definitivamente el odio del público con su traicionero personaje de Falconetti. Su físico predispone. Junto con Rod Taylor, dos duros de los de entonces, bien curtidos, es un excelente plantel. En definitiva, no hay intento de nada más, y menos de deslumbrar engañosamente. La brutal pelea que ofrecen, sin pataditas ni florituras, lo testifica.

Se trata de un film de acción bastante anodino, lo que es una pena, porque el arranque de la acción, lo mejor del metraje, promete mucho más de lo que luego se nos da. Rod Taylor interpreta a un tipo que vive con Theodore Bikel en Fort Lauderdale, Florida, y no se sabe muy bien cuál es su ocupación: busca cosas que la gente pierde, y la gente le recompensa si las encuentra. ¿Es detective, buscador de tesoros, simple aventurero? Sigo en los "spoilers".