Treintona, soltera y fantástica (2016)

El cine comercial mexicano ha abrazado la comedia como el género de su salvación, por lo menos en el aspecto económico, ya que las cinco películas que más dinero han recaudado son todas pertenecientes a éste género, y donde la comedia romántica parece ser el género en boga más buscado por el espectador, como lo demuestran las dos películas estrenadas este año que se integraron a esa lista: ‘¿Qué culpa tiene el niño?’ y ‘No manches Frida’.

Es por eso que no sorprende la inusual cantidad de comedias que están en espera por estrenarse este año, la mayoría comedias románticas como la que nos ocupa protagonizada por Bárbara Mori, quien interpreta a Inés, una mujer que pasa de los 30 años y escribe en un diario con cierto éxito y que de pronto decide terminar con su novio con quien lleva 7 años, un tipo despreocupado con quien no ve futuro alguno.

Al decidir quedarse soltera deberá ahora enfrentarse a la presión de su familia que la considera quedada como solterona, y de sus amistades, con quien tenía una vida social en pareja que ya no tiene cabida, por lo que Inés, que no tiene muy claro lo que quiere, deberá buscarse a sí misma para enfrentar la vida después de los treinta años.

La película que dirige Chava Cartas, realizador de varias series de televisión y películas como ‘Rock Mari’ y ‘Amor xtremo’, no se aleja demasiado del común denominador en cuanto al género en el cine nacional, con mil y uno de los lugares comunes de este tipo de películas, pero su buena factura, las actuaciones, ciertos personajes bien delineados y un guión que en su parte final encuentra su centro, la ponen un escaloncito por encima de la media de las películas del género en el cine nacional.

Bárbara Mori se impone en pantalla y consigue una sólida actuación que aporta mucho más que su impresionante belleza, todo gracias a un personaje con un adecuado trazo que a pesar de sus dudas y devenires nunca se traiciona, y que es rodeada de buenos personajes secundarios que la arropan bien, como el personaje de Marimar Vega, insufrible actriz que en ésta película por fin consigue una interpretación soportable.

Si bien el filme dista de ser una buena película y no es del todo lograda, es un producto digno y efectiva para lo que propone, consigue sobreponerse a una primera mitad bastante ordinaria que incluye un discurso feminista muy débil y remarcado, llegando a un tramo final que no se sujeta a las convenciones habituales del género, logrando ser llevadera y sacando un par de auténticas risas.


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Viernes 14 de octubre, Cinépolis Torres Lindavista 7:45 pm. ¿Que la comedia romántica mexicana va ganando terreno semanalmente debido a que logran llevar a la audiencia a visionar lo que para bien o mal se está produciendo en México? No cabe duda, y como síntoma del desdén por el que deambulamos como sociedad este subgénero sirve de paliativo perfecto para la fuga momentánea de aquello que nos amaga, incomoda e indigna, y al que en una industria empantanada en la incredulidad le viene como un respiro.

“Treintona, soltera y fantástica” es la nueva entrega de Chava Cartas, un director con filmografía muy definida por los estándares televisivos de tendencias moralinas, parlamentos huecos y acentuados por sus pésimas ejecuciones a cuadro, que al tono de libros sobre superación personal siempre concluían en filmes maniqueos y nulificados en muchos aspectos que ni siquiera el común denominador dispensa la hora extender o no la invitación a las salas que los proyectan.

Pero no es que Cartas en “Treintona, soltera y fantástica” haya prescindido de estos elementos tan característicos, hay todavía indicios que revelan cierta directriz por hacer de su cine aleccionador — sobre todo para el género femenino —, lo cual le resta al proyecto la redondez que afianzan tanto el dinamismo de su narrativa, como el que le imprime la actriz, quien saca a flote a Inés.

El guión se centra en una escritora de artículos para un periódico, quien cansada de encontrarse sumergida en una relación tutelada por la inercia, decide concluirla inesperadamente y confrontarse a las nuevas circunstancias de una soltería que no todos aceptan —máxime si se encuentra en provincia—. Aquí las mujeres sin pareja no tienen mucha cabida y los títulos conferidos son poco gratificantes, la presión social es latente y ella deberá lidiar con ello, además de definir sus propias metas olvidadas en el rol de futura esposa.

Una comedia que entabla ese dialogo con el espectador muy por encima de las cosas de fondo, donde si bien tiene muchos aspectos por pulir, dejan ver que su autor ha dado un paso categórico que podría marcar un después dentro de su misma filmografía.

Entretenida, su mayor valor.