arrow

La edad de la inocencia (1934)

La edad de la inocencia
81 min.
6,2
25
Votar
Plugin no soportado
Añadir a listas
Sinopsis
Relato sobre la alta sociedad en la New York del siglo XIX, en el que el joven abogado Newland Archer se enamora de Ellen, una mujer separada de su marido, mientras él está comprometido con May Welland, la prima de Ellen. (FILMAFFINITY)
Género
Drama Romance Drama romántico Siglo XIX
Dirección
Reparto
Año / País:
/ Estados Unidos Estados Unidos
Título original:
The Age of Innocence
Duración
81 min.
Guion
Música
Fotografía
Compañías
Grupos
Adaptaciones de Edith Wharton
Links
5
Engrandeciendo a Scorsese.
137/24(27/04/21) Plano melodrama dirigido por Philip Moeller (dirigió solo dos películas, ésta y “Corazones rotos” de 1935, siendo su campo de acción Broadway) al que me acerque por ser la versión anterior de la de Martin Scorsese de 1993, y esto es además una losa imposible de solventar, pues palidece de modo apabullante ante la del cineasta de “Taxi Driver”. El tándem Sarah Y. Mason y Victor Heerman que venían de ganar un Oscar por el guión de “Las cuatro hermanitas”, adaptan la homónima novela Premio Pulitzer de 1920 de Edith Wharton, ambientada en la alta sociedad neoyorquina de la década de 1870. La novela también fue adaptada en una versión cinematográfica muda de 1924 protagonizada por Beverly Bayne. En 1993, Martin Scorsese se desvió de la dirección de sus habituales películas contemporáneas para producir su maravillosa versión de la obra. Marty compone de modo epicúreo un microcosmos de decadencia elitista anclado en dogmáticos códigos que imperaban en su superficial universo, asimismo se manejó de modo omnisciente un narrador en off (Joanne Woodward) que de modo exquisito nos situaba, donde el director hacía de la cámara (ese modo de rodar como Ellen se quita un guante!), el montaje coprotagonistas, pues bien, de esto que hace un clásico instantáneo la película del creador de “Ranging Bulll” adolece esta adaptación, quedándose en un desarrollo estático, que como elemento innovador está que arranca como una especie de film de cine negro de gangsters, con una edición jazzística con titulares de periódicos enmarcándonos en la era de la Ley Seca, pero esto es solo para contrastar lo que viene a continuación, con la serenidad del flashback (contando el protagonista Newland su historia) del romance triangular del SXIX que ocupará la mayor parte del metraje, es imposible no comparar las versiones, y en esta la capacidad visual de mostrarnos el hedonismo queda muy cercenado, quizás porque proviene de una adaptación teatral de la novela de Margaret Ayer Barnes. Los temas está presentes de como la impostura e hipocresía son más fuertes que el individualismo y la búsqueda de la felicidad, ahogado esto en esta sociedad encorsetada.

Otro elemento en que el cotejo odioso es las actuaciones, donde John Boles no da con el carácter introspectivo de Newland Archer (Daniel Day Lewis lo borda), mientras Irene Dunne cumple bien como la Condesa Olenska, pero sin dejar huella especial (Michelle Pfeiffer deslumbra); Julie Haydon como la apocada Mey Welland apenas tiene peso dramático, solo deja ese aire ladino, en la última escena (Wynona Ryder luce bastante mejor); Los que si aprovechan bien su tiempo en pantalla son, por un lado Lionel Atwill como el pícaro vividor Julius Beaufort (buen Stuart Wilson con Scorsese), y la gran roba escenas y carismática Helen Westley como la Abuela Mingott (gran June Squibb con Scorsese), que apabulla con su carácter.

No llego a entender bien cuál era el escándalo que la familia de Ellen Olenska quieren impedir, ya sé que es que no se divorcie, pero era para tanto? Era mejor que tuviera amantes? Esto no era mayor escándalo? Esto me chirría? Y si antes de casarse con May, Archer ama a Ellen, porque se casa para hacer infeliz a May?

La cinta se queda a medias a la hora de exponer esta vida clasista alta de esta sociedad neoyorkina, la vemos en medio de fiestas, de ritos aristócratas, de vacaciones en casas de lujo, pero esto queda muy minimalista para que nos roce. Le falta profundidad para tocarte dramáticamente, donde todo además ocurre apresuradamente, no hay mesura en este amor ‘prohibido’, nos lo meten con prisas y esto debilita, todo resulta sin capacidad de hundírsete poco a poco como (lo siento vuelvo a reincidir) la versión de Marty, lo cual hace que se pierda emoción.
[Leer más +]
1 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
Relaciones 1
Más información sobre La edad de la inocencia
Fichas más visitadas