Filmworker. A la sombra de Kubrick (2017)

212/24(30/07/23) Como fan cuasi deidífico del neoyorkino Stanley Kubrick, amén por supuesto de haber visto todos su films, al ser un tipo tan hermético, celoso enfermizo de su privacidad, reusaba cualquier contacto con la prensa, soy un degustador de todos los documentales que salen sobre su críptica figura, recuerdo “Las cajas de Kubrick”, sobre material nunca visto guardado en cajas sobre el director, “Stanley Kubrick, una vida en imágenes” (2002), sobre la filmografía kubrickiana, “Kubrick por Kubrick” (2020), analizando su vida a través de una grabación de entrevista telefónica, “Mi amigo Kubrick” (2015), narra la amistad de 30 años entre Stanley y su chófer Emilio D'Alessandro. Material con el que a través de testimonios de gente que lo conoció se hace un semblante del director de “The Killing”. Ahora le toca a este “Filmworker”, dirigido por Tony Zierra sobre Leon Vitali, emergente actor británico, después de interpretar el papel de Lord Bullingdon en “Barry Lyndon”, dirigida por Stanley Kubrick, renunció a su carrera de actor para trabajar más de dos décadas como asistente de Kubrick. Siendo el principal testimonio el del propio Vitali, este se mezcla con material de archivo de rodajes, fotos, videos, cartas, documentos, anotaciones, también hay entrevistas con actores y profesionales del cine que trabajaron o conocieron a Kubrick y/o Leon Vitali, así como a miembros de la familia de Vitali. Los participantes incluyen a los actores Ryan O'Neal (Barry Lyndon en Barry Lyndon), Danny Lloyd (Danny Torrance en The Shining), Matthew Modine (Private Joker en Full Metal Jacket), Lee Ermey (Gunnery Sgt. Hartman en Full Metal Jacket), Marie Richardson (Marion en Eyes Wide Shut), Stellan Skarsgård, Pernilla August, Brian Capron yTreva Etienne (Encargada de la morgue en Eyes Wide Shu). Los profesionales de la industria cinematográfica que aparecen en Filmworker incluyen a los ex y actuales ejecutivos de Warner Bros Julian Senior, Brian Jamieson, Warren Lieberfarb, Steve Southgate y Ned Price. También aparecen tres hijos de Vitali hablando sobre su progenitor. El director Tony Zierra estaba trabajando en otro proyecto relacionado con Kubrick cuando conoció a Leon Vitali. Después de entrevistar extensamente a Vitali, Zierra y su socia productora, Elizabeth Yoffe, decidieron que su historia debía contarse y comenzaron a filmar lo que se convertiría en Filmworker. La película tardó tres años en completarse y se rodó en California, Nueva York, Kentucky, Reino Unido y Suecia.

A través de su fiel Leon Vitali ahondaremos en lo obsesivo que era Kubrick en su trabajo, tiene sesenta y tantos años, tiene el rostro huesudo y lleva un pañuelo pirata sentiremos el halo cuasi místico que supuso para Vitali conocer a SK, como su trabajo lo encandiló en “La Naranja Mecánica”, sintió debía trabajar con él, como lo hizo en “Barry Lyndon” y al parecer asintió la ‘epifanía’ de querer trabajar para él, parte de este embrujo estuvo en la escena en que SK mandó repetirla decenas de veces en que Barry le da una paliza a Bullingdon, el director obligó a que Ryan O’Neal lo golpeara más veces (lo hicieron lo menos 30 veces dice O’Neal), por no sentirlo realista, a Vitali no solo no le importó, si no que le sedujo más su perfeccionismo. Es curioso como hay una especie de alegoría de la situación cuando, tras finalizar “Barry Lyndon”, Leon Vitali hizo en una película del Doctor Frankenstein, dónde la situación se puede ver como un juego de espejos donde el terminó convertido en la creación de SK, su sirviente. Esta es una cinta deliciosa para los seguidores de SK, no descubre nada nuevo, incide en su carácter dictatorial, en su crueldad a la hora de rodar escenas una y otra vez, en sus ansias de perfeccionismo, perdiendo los nervios por trivialidades.

Su oportunidad le llegó en “El Resplandor”, empezando como encargado del casting del niño Danny, teniendo que ejercer durante la filmación de tutor del mismo (Danny Lloyd, así lo explica el propio Lloyd ahora adulto), como también era el encargado de controlar las horas que los niños podían trabajar (según la ley para menores), también escogió a las míticas gemelas del pasillo del Hotel Overlook, como también tuvo la tarea de fotografiar vestíbulos de hoteles por todo USA. A partir de entonces pasó a ser el más cercano asistente del SK, siendo el chico para todo, desde recadero, chófer, sparring de diálogos, enlace entre Kubrick y ejecutivos del estudio Warner Bros, supervisor de las campañas de marketing (mandado a fotografiar fotos de los videoclubs de UK para ver la publicidad existente de “Full Metal Jacket”), editor de trailers, coloreador de fotogramas de 70 mm, y hasta encargado de montar un circuito cerrado para que SK asistiera a los últimos días de su gatito (quería que Leon le sacrificara al minino para que dejara de sufrir). Este múlti-cometido de chico-orquesta se convirtió en una labor de 25 horas al día, como explica Leon, incluso en la madrugada de Nochebuena le telefoneaba por trabajo. Leon al sentirse responsable de todo y de nada en esta trastienda del cine se hacía llamar de profesión ‘Filmworker’ (de ahí el título). Da la sensación que Kubrick le hacía vivir sin vida propia, pero lejos de verse a alguien rencoroso, vemos a un Vitali orgulloso de haber estado a la sombra de uno de los más grandes genios del Séptimo Arte, no hay atisbo de amargura y si de cariño y reverencia. De hecho, comenta que ha sido responsable de su legado cinematográfico en diferentes montajes y promociones de su filmografía.