El 18 de septiembre de 1961 el avión donde viajaba el secretario general de la ONU Dag Hammarskjöld se estrella en extrañas circunstancias en el Congo, donde iba a intentar pacificar una región en guerra (Katanga) con la intención de hablar con el líder de los rebeldes. Las conclusiones de la investigación durante los años 60 fueron concluyentes: Accidente.
Medio siglo más tarde el director danés Mads Brügger y el investigador sueco Göran Björkdahl se lanzan a una nueva investigación en el mismo lugar del accidente contactando con las personas que estuvieron implicadas y siguen vivas, analizando en profundidad miles de documentos, entrevistando, lo que les llevará a descubrir tramas y subtramas en las que se verá implicada sobre todo una organización pseudonazi sudafricana supremacista de nombre Saimr.
La CIA, gobiernos europeos (Inglaterra, Bélgica...), Sudáfrica, el poder económico (lobbys mineros en este caso) arrasan el continente africano con sus maniobras sin que a la gente le quede capacidad de maniobra política es por ello que considero tan importantes estas acciones, esta película, esta investigación.
La grandeza del director estriba en su capacidad para aportar humor e ironía en medio del horror, parece pasar del documental a las películas de detectives (el as de picas que aparece en varios momentos de la película es la carta de la baraja que utilizó la CIA en la guerra del Vietnam) en varias partes del film que se mueve con habilidad en estilos diferentes. Rodado en Kinshasa y El Cabo con dos secretarias diferentes que recogen y recopilan todo el material, colocando pósits en la pared cuando reciben nueva información.
En buena parte de la película aparecen en pantalla director e investigador, intercalando imágenes de los lugares e imágenes de archivo, incluso un discurso de Hammarskjöld poco antes de ser asesinado. Muestra a las claras las enormes contradicciones entre las versiones oficiales y la realidad.
Al final del film, y no hago spoiler, un ex-supremacista que practicó el terror por el sur del continente dice una frase que me sacudió las entrañas: Africa sería ahora un continente diferente si Hammarskjöld hubiese continuado su trabajo antes de ser asesinado.