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Voto de José Manuel Barba Márquez:
9
8,2
9.848
Drama. Fantástico
Japón, siglo XVI. Durante la guerra civil, los aldeanos Genjuro y Tobei pretenden hacer fortuna: Genjuro como alfarero y Tobei como samurai. Ambos dejan a sus esposas abandonadas para cumplir con sus ambiciosos sueños. La misteriosa Lady Wakasa, otra víctima de la guerra, se cruzará en el camino de Genjuro. (FILMAFFINITY)
26 de diciembre de 2017
20 de 20 usuarios han encontrado esta crítica útil
Preciosa película de Mizoguchi, un director japonés de enorme calado moral. Dicho director acometió contra la insolencia de su país y su régimen totalitarista, y se centró en las féminas japonesas –al contrario que Kurosawa, cuyo universo era masculino–, apoyándolas, ya que sus vidas eran miserables por, según él, el egoísmo de los hombres.
'Cuentos de la luna pálida de agosto' es una leyenda tradicional japonesa llevada al cine de forma excepcional. Una película que trata sobre la búsqueda imposible de la felicidad, que gira alrededor de la avaricia, donde predomina un mundo habitado por samuráis, geishas, prostitutas e incluso fantasmas.
Mizoguchi hace gala de un trabajo elegante y hechizante donde resaltan el formidable uso del plano secuencia y sus refinados movimientos de cámara. La extraordinaria fotografía que otorga a la película de un halo fantasmagórico, juega con los claroscuros de una manera que sobrepasa las expectativas.
La banda sonora se compone de música folclórica japonesa, con canciones interpretadas por voces melancólicas que despiertan doloridas impresiones, acompañados por instrumentos típicos de Japón. Una hermosa parábola sobre la ambición humana y sus fatales resultados.
'Cuentos de la luna pálida de agosto' es una leyenda tradicional japonesa llevada al cine de forma excepcional. Una película que trata sobre la búsqueda imposible de la felicidad, que gira alrededor de la avaricia, donde predomina un mundo habitado por samuráis, geishas, prostitutas e incluso fantasmas.
Mizoguchi hace gala de un trabajo elegante y hechizante donde resaltan el formidable uso del plano secuencia y sus refinados movimientos de cámara. La extraordinaria fotografía que otorga a la película de un halo fantasmagórico, juega con los claroscuros de una manera que sobrepasa las expectativas.
La banda sonora se compone de música folclórica japonesa, con canciones interpretadas por voces melancólicas que despiertan doloridas impresiones, acompañados por instrumentos típicos de Japón. Una hermosa parábola sobre la ambición humana y sus fatales resultados.