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Voto de Teté:
9
7,1
8.918
Drama
Relato de los últimos días de vida del realizador James Whale, autor de Frankenstein. En principio su única compañía en esos momentos es su ama de llaves, pero pronto entabla relación con su nuevo jardinero, un apuesto joven al que confía su historia en el Hollywood de los años 30 y por el que se sentirá irresistiblemente atraído. (FILMAFFINITY)
2 de septiembre de 2012
14 de 14 usuarios han encontrado esta crítica útil
"Maravilla de la creación, dotada de emociones y encuadres cercanos a la perfección".
Una historia centrada en lo más profundo de dos seres que se encuentran y complementan. Por un lado James Whale en su retiro y con una fama a cuestas que lo persigue sin parpadear, que lo utiliza para una exposición exagerada y caótica en donde él no se siente cómodo; y por otro lado Clayton Boone, en el comienzo de su vida adulta, con una mente libre de excentricidades y dispuesta a absorber todo lo que le pueda ofrecer un artista de tan alto nivel como lo es Whale. Esto ocasiona la formación de un fuerte y leal lazo entre ambos, donde no existen las pretensiones ni competencias, todo se desenvuelve bajo el alero del respeto y admiración mutua; los une en parte el miedo, la soledad, el reflejo de sus historias, en donde lo real se combina con la ficción, casi no dejando espacio a la racionalidad, sino mas bien, a una danza que inunda la película, que permite pausas justas entre un movimiento y otro. Bill Condon entrega una cátedra de genialidad, que desborda coherencia en cada palabra expresada, permitiendo un crecimiento notable de los personajes, que se apegan y calan con sinceridad en nuestros corazones.
Mención honrosa para la espléndida actuación de Lynn Redgrave, la cual encarna el compañerismo, la estima, la maternidad, de una manera lujosa. Lo que permite un conector de cada danza que es desplegada en la película.
Una historia centrada en lo más profundo de dos seres que se encuentran y complementan. Por un lado James Whale en su retiro y con una fama a cuestas que lo persigue sin parpadear, que lo utiliza para una exposición exagerada y caótica en donde él no se siente cómodo; y por otro lado Clayton Boone, en el comienzo de su vida adulta, con una mente libre de excentricidades y dispuesta a absorber todo lo que le pueda ofrecer un artista de tan alto nivel como lo es Whale. Esto ocasiona la formación de un fuerte y leal lazo entre ambos, donde no existen las pretensiones ni competencias, todo se desenvuelve bajo el alero del respeto y admiración mutua; los une en parte el miedo, la soledad, el reflejo de sus historias, en donde lo real se combina con la ficción, casi no dejando espacio a la racionalidad, sino mas bien, a una danza que inunda la película, que permite pausas justas entre un movimiento y otro. Bill Condon entrega una cátedra de genialidad, que desborda coherencia en cada palabra expresada, permitiendo un crecimiento notable de los personajes, que se apegan y calan con sinceridad en nuestros corazones.
Mención honrosa para la espléndida actuación de Lynn Redgrave, la cual encarna el compañerismo, la estima, la maternidad, de una manera lujosa. Lo que permite un conector de cada danza que es desplegada en la película.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
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spoiler:
James Whale, llega al punto de locura y desesperación, en donde su único As bajo la manga es Clayton Boone, monta una escena para sacar el Monstruo que ve en este último. Llegando al máximo nivel de la transformación de su comportamiento, dando paso a la revelación de sus más oscuros sentimientos, pidiendo a gritos que lo mate; pero es aquí donde Brendan Fraser toca la perfección, transmitiendo el dolor y la cordura de su personaje, negándose rotundamente a matar y es así que logra liberarse del Monstruo que Whale intentaba crear.