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Voto de Pablinchi:
9
3 de enero de 2013
9 de 11 usuarios han encontrado esta crítica útil
Excelente interpretación la de los por ese entonces jóvenes Bradford Dillman y Dean Stockwell , de una pareja de cínicos asesinos perfeccionistas en caso tomado de la vida real ocurrido en Chicago en los años 20s .
Richard Fleisher dirige este film con un tema recurrente en su carrera, tal como lo hiciera mas adelante con 10 Rillington Place , acerca de crímenes seriales y asesinos calculadores. La historia está bien llevada y está llena de detalles interesantes.
Lo mejor por supuesto esta en el cuarto final de la película cuando entra en escena el Gran Orson Welles interpretando a un abogado ateo que acepta defender a los criminales confesos, logrando salvarles la vida al cambiar una sentencia de muerte por otra de cadena perpetua aduciendo demencia criminal en el acto enfermizo de secuestrar a un niño y matarlo solo para satisfacer su deseo de un "crimen perfecto".
Welles y su monologo final impactan, por el sutil aplomo de sus palabras llenas de compasión ante un acto abominable causado por la locura.
Richard Fleisher dirige este film con un tema recurrente en su carrera, tal como lo hiciera mas adelante con 10 Rillington Place , acerca de crímenes seriales y asesinos calculadores. La historia está bien llevada y está llena de detalles interesantes.
Lo mejor por supuesto esta en el cuarto final de la película cuando entra en escena el Gran Orson Welles interpretando a un abogado ateo que acepta defender a los criminales confesos, logrando salvarles la vida al cambiar una sentencia de muerte por otra de cadena perpetua aduciendo demencia criminal en el acto enfermizo de secuestrar a un niño y matarlo solo para satisfacer su deseo de un "crimen perfecto".
Welles y su monologo final impactan, por el sutil aplomo de sus palabras llenas de compasión ante un acto abominable causado por la locura.