Película poco conocida del menos conocido director francés Edouard Niermans.
Se trata de un relato de ficción acerca del famoso Caballero Casanova, ya en sus años de madurez.
Actualmente Casanova está de actualidad debido a la adquisición de los manuscritos originales de "Historia de mi vida" por parte de la Biblioteca Nacional de Francia, por siete millones de euros.
El film cuenta con un sólido engranaje cinemátográfico, en el que destacan el colorido y la ambientación, así como su aire literario, ilustrado.
El núcleo de la historia reside en el rechazo que recibe el otrora conquistador sinigual, por parte de la joven Marcolina, hermosa y culta. Casanova se enamora, la desea; y ella solo ve en él a un viejo que aborrece, antiguo, símbolo de una generación que debe desaperecer.
Casanova se duele y se humilla. Parece que todo ha cambiado. Él se sabe un librepensador culto e inteligente; pero ella rompe sus principios. Su mente y su espíritu van por delante. Es el reflejo de un relevo generacional drástico.
Casanova sufre y es cruel; y la película con él. Es cruel porque desdeña sin piedad, el amor de Amelie, mujer madura que ha dedicado su vida a su recuerdo y anhela su amor. Pero este amor (sin duda, más profundo) resulta secundario.
Quizá a esta, más que correcta, película le falten destellos (de belleza, de brillantez); y quizá la historia no interese demasiado al gran público.
Alain Delon construye un Casanova, por encima de todo humano, débil, humilde. Un Casanova maduro y vulnerable.
Pra acabar, nos acordamos de aquel maravilloso e histriónico Casanova de Fellini, interpretado por un Donald Sutherland en su mejor momento. Esta sí, una obra genial, a pesar de no estar entre lo más genial del maestro Fellini.