Los sentimientos y los instintos cruzan la singular vida de un reportero, como balas o flechas que impactarán, aunque no sabemos cuándo. La conformidad de la mujer de Robert Coster tiene líneas rojas que quedarán al descubierto cuando las mentiras y la traición ya no sean de baja intensidad y conviertan en irrespirable la convivencia, y la conveniencia.

El exitoso aventurero con nervios de acero, que parece tenerlo todo bajo control, solo es un cascarón de nuez sufriendo los caprichosos embates del encrespado océano del amor, incapaz de tomar una decisión que, a buen seguro, resultará equivocada.
Y es que ese poder querer dos mujeres a la vez, que algunos hombres han defendido a lo largo de la historia, deriva generalmente en el conflicto y la locura, que ya diagnosticara el hispano-cubano Antonio Machín en su "Corazón loco"