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Voto de Sinhué:
7
16 de mayo de 2018
4 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
Sea cual sea la condición sexual son inalterables los protocolos erótico-afectivos que desembocan en el enamoramiento. Nunca estás tan solo como cuando navegas en la duda de si serás correspondido; cuando a los problemas habituales que tienen que ver con el trabajo y la familia, se unen el pánico a ser rechazado o la angustia por la posible equivocación. Chapoteando por estos andurriales, en las tierras altas de Yorkshire, se encuentra Johnny Saxby tras recibir en su granja a un inmigrante rumano que le ayudará con las ovejas, justo en el momento en que las cosas se complican por el avance de la enfermedad del padre.
El montaraz Yorkshireman, como muchos hombres o mujeres desnortados, se opondrá en principio a las incómodas bridas del amor, apostando tan solo por la versión salvaje y fisiológica del ayuntamiento, coceando contra cualquier brote de responsabilidad y refugiándose en la casa sin tejado de la inmadurez y el alcohol.
Francis Lee, en su primer largometraje, sorprende por el oficio y convence por su claridad y explícita sensibilidad; seguro de cuanto nos quiere contar e impregnando la historia de una inusual ternura, cuando son dos hombres los protagonistas de uno de los actos más antiguos de la humanidad: el cortejo, que no es otra cosa que el intento primigenio de dinamitar la soledad.
El montaraz Yorkshireman, como muchos hombres o mujeres desnortados, se opondrá en principio a las incómodas bridas del amor, apostando tan solo por la versión salvaje y fisiológica del ayuntamiento, coceando contra cualquier brote de responsabilidad y refugiándose en la casa sin tejado de la inmadurez y el alcohol.
Francis Lee, en su primer largometraje, sorprende por el oficio y convence por su claridad y explícita sensibilidad; seguro de cuanto nos quiere contar e impregnando la historia de una inusual ternura, cuando son dos hombres los protagonistas de uno de los actos más antiguos de la humanidad: el cortejo, que no es otra cosa que el intento primigenio de dinamitar la soledad.