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Ciencia ficción. Fantástico. Acción
Ha pasado una década desde que John Connor -Nick Stahl- salvara a la humanidad de la destrucción. En la actualidad John tiene 25 años y vive en la clandestinidad: no hay ninguna prueba documental de su existencia. Así evita ser rastreado por Skynet -la sofisticada corporación de máquinas que una vez intentó acabar con su vida-. Pero, ahora, desde el futuro, ha sido enviado el T-X (Kristanna Loken), la máquina destructora cyborg más ... [+]
9 de julio de 2007
72 de 102 usuarios han encontrado esta crítica útil
No voy a hablar de los errores de casting (¿dónde estais, Edward Furlong y Linda Hamilton?) ni de esa Terminatrix que parece sacada de "Species" (que horror de nombre el de Terminatrix, por cierto... parece algo relacionado con el cine porno). No. Tampoco voy a hablar de como diablos se crea Skynet sin Cyberdine ni Dyson. Y me ahorraré al personaje de Claire Danes.
De lo que voy a hablar es de la falta de coherencia espiritual con el resto de la saga.
De lo que voy a hablar es de la falta de coherencia espiritual con el resto de la saga.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
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spoiler:
En "T-2" se mencionaba la frase "no hay destino, solo el que nosotros hacemos". La definición del libre albedrío, vamos. Pero... ¿qué descubre John Connor en "T-3"? Que el Juico Final era inevitable. Cual Neo de la saga "Matrix", Connor se convierte en un peón que nunca tuvo oprtunidad de cambiar la historia.
Y eso hace que "T-3" sea una película griega ("los dioses manejan nuestras vidas y los mortales somos meras marionetas") en contraposición a enfoque bíblico/cristiano de "el mundo es como tú lo haces" de las anteriores.
Y le doy un cinco a la peli porque Arnie, su personaje y sus lapidarias frases siguen siendo las de siempre.
Y eso hace que "T-3" sea una película griega ("los dioses manejan nuestras vidas y los mortales somos meras marionetas") en contraposición a enfoque bíblico/cristiano de "el mundo es como tú lo haces" de las anteriores.
Y le doy un cinco a la peli porque Arnie, su personaje y sus lapidarias frases siguen siendo las de siempre.