La película plantea dos temas interesantes:
Una mujer viuda de 43 años quiere ser madre soltera, tiene un amante casado, con 2 hijos al que le plantea el dilema.
El otro tema es la adopción por parte del estado de niños y adolescentes que han sido abandonados por sus padres.
Con estos mimbres podía salir algo interesante.
La música es infecta, el ritmo soporífero, las transiciones nulas, la progresión dramática anodina, el montaje torpe y confuso y la resolución previsible.
La única salida para una mujer parece ser el matrimonio en esta Hungría gris, deslucida que muestra la cineasta húngara.
Lo mejor la interpretación de Flora Kadar. Me recuerda a Annie Girardot, no solamente por el físico.
La fotografía blanco y negro sepia.
El tono documental cuando filma la fábrica o la inacabable secuencia final.
( No hago spoiler )