Con un guión que hace aguas, un final que más que mensaje transmite moralina y unas interpretaciones que no llegan a estar a la altura (en ocasiones no se sabe si Zanahoria es una víctima de acoso o un zombie), quizá por la juventud de sus protagonistas, se construye un film que pese a todo, mantiene el interés y se deja ver.
Si bien se cae en todos y cada uno de los tópicos del acoso escolar, no deja de resultar inquietante la cobardía de la totalidad de los personajes, que constituye probablemente, el mensaje más correcto de ésta cinta.
spoiler:
¿Por qué corre Zanahoria en lugares públicos? ¿De veras van a darle una paliza en un centro comercial atestado de gente ó en una calle transitadísima? Es posible que con ello se quiera mostrar la cobardía del espectador casual (de hecho, algo parecido sucedió con el "famoso" Sergi Xavier) pero resulta poco creíble.
¿De veras hay padres normales que se quedan cruzados de brazos cuando su hijo aparece en casa hecho un Cristo de la paliza que le han dado? ¿Es eso confiar en un hijo? Y aunque lo sea, repito ¿de veras hay padres normales que ante eso no hacen nada?
¿Es condición sine quanon ser víctima para poder llegar a ser maltratador? ¿Alguien se traga que Zanahoria se transforme a acosador después de todo lo que ha vivido?
¿Puede alguien enamorarse de una niñata que no hace ni dice absolutamente nada cuando a su "churri" le dan más que a una estera?
En una cosa sí estoy de acuerdo: las mejores pizzas se hacen en Buenos Aires.