Esta película la vi en una proyeccion que programó la Filmoteca de Catalunya en el ya desaparecido cine Aquitania. Siempre he sido un gran admirador de la obra de Walsh, no siempre valorado en la medida que se merece, ya que es su mirada una de las más románticas y puras que han existido en la historia del cine, y ver esta joya no hizo más que hacer crecer dicha admiración. Una maravillosa historia antibelicista en la que con precisa maestría nos lleva de la comedia más desternillante (cercana al slapstick) al drama más descarnado. Todo ello con la naturalidad de quien amaba y conocía su profesión como nadie, ese arte de contar historias mediante imágenes que nunca tendrá a representantes tan excelsos como esos artesanos del cine llamados Ford, Walsh y Hawks. Para mi, Walsh siempre será uno de los más grandes, y su cine el más romántico, el de mayor economía narrativa y el que más impregnado está del puro sentido de la aventura y la épica. Su cine fue como su vida ( nadie debería perderse la lectura de su autobiografía, "El cine en sus manos") y yo le debía esta crítica por los grandes momentos que me ha hecho pasar, entre otros el de aquella tarde en aquella sala ya desaparecida. Como su cine.