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Voto de ashartos:
1
Serie de TV. Thriller. Drama. Terror Serie de TV (2020). 10 episodios. Atticus Black (Jonathan Majors) comienza un viaje por carretera en los años 50 junto a su amiga Letitia (Jurnee Smollett-Bell) y su tío George (Courtney B. Vance) en busca de su padre desaparecido (Michael Kenneth Williams). El viaje se convertirá en una lucha por la supervivencia, afrontando el racismo de la América blanca así como una serie de monstruos que podrían haber salido de un libro de ... [+]
1 de septiembre de 2020
194 de 318 usuarios han encontrado esta crítica útil
Estamos acostumbrados a que, cuando se habla de racismo, nos venga a la mente que los perjudicados son las personas de color. Llevamos tantas películas, series, documentales, etc...sobre el tema, que lo tenemos interiorizado.
Ahora, se han cambiado las tornas, y el objetivo de un racismo sistemático en esta serie son, irónicamente, los hombres blancos.
Jordan Peele, director afroamericano abiertamente racista ("jamás daré un papel protagonista, en una de mis películas, a un hombre blanco", dijo en una entrevista), ejerce de creador de uno de los mayores panfletos de odio profundo hacia los caucásicos, disfrazado de "serie". Es verlo para creerlo.
Aquí Lovecraft, el atemporal autor de novelas de terror, es sólo un nombre famoso en el título para atraer a los incautos. Incluso su figura, nada más empezar el primer capítulo, es atacada sin contemplaciones por determinado poema escrito por su persona. Sí, el autor era racista, pero bien que te ha servido para ponerlo en el título y mercantilizarlo. Curioso.
En teoría, la historia narra la búsqueda de un padre desaparecido por su hijo, su hermano y una amiga de la familia. Aderezado con elementos sobrenaturales, porque si no, esto sería un auténtico coñazo absoluto.
Pero, y ahora llega lo bueno, toda la historia y toda la figura de Lovecraft sólo sirven de excusa para incrustar una idea en tu cerebro:
EL HOMBRE BLANCO ES EL DEMONIO.
Todos, absolutamente TODOS los hombres blancos que aparecen en la serie, son los mayores hijos de puta del planeta: los bomberos, los policías, los camareros, los ciudadanos, ya sean jóvenes o viejos, ante la mera presencia de un negro, irán corriendo a matarlos. Y no es broma: cogerán sus escopetas y los querrán destrozar a tiros, o quemarlos.
Por supuesto, los mayores cabrones de todos, serán blancos de ojos azules y rubios. Esos sí que tienen peligro.
Malditos hombres blancos malignos.
Todo esto, durante todos los capítulos, en todo momento. Básciamente, el 99% de los diálogos y escenas se basan en lo malos que son los blancos y en lo felices, bailarines y maravillosos que son los negros.
Es tan absurdo, tan dantesco, que incluso te provoca gracia entre el estupor. Ridículo se queda corto: es un panfleto patético, demonizador y absolutamente vomitivo. Es exactamente la serie que haría Hitler sobre los judíos. Pero hecha por negros sobre los blancos. De locos.
Y el círculo de imbecilidad, racismo y odio se cierra así, dos caras de la misma moneda, un círculo perfecto.
Demostrando que el problema no es la piel, sino el propio ser humano. Y el odio enfermizo que éste lleva dentro, el rencor y la maldad.
Con series e ideas así, jamás avanzaremos como sociedad.
Estaremos condenados a la eterna rueda de odio absurdo y sin sentido que no nos lleva a ninguna parte.
La peor serie de 2020. No por sus actores. No por su apartado técnico.
Sino por el peligro que su concepto, enfermizo y manipulador, supone en la psique colectiva social.
ashartos
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