Enésima película de invasión extraterrestre, pero esta vez en medio del bosque, que sale más barato y siempre da el pego. Con los cinco adolescentes estándar norteamericanos de siempre, esto es, los dos típicos chicos subnormales hasta arriba de hormonas, y sus novias típicas con modelitos del Berskha americano...y el hijo de Walter White, peinado de backstreet boy, más perdido que un pulpo en un garaje. Todos actores absolutamente pésimos.
Pero la gracia de la película no es ésta. Esto ya está muy visto, se ha hecho mil veces antes, y mucho mejor además.
La gracia está en ver a un Wesley Snipes en la hora más baja de su carrera, que necesita como sea, ahora que ha salido de la cárcel, pagar su deuda con Hacienda...y qué mejor que aparecer en una abominación fílmica como ésta, luciendo además el peinado más hortera de toda su carrera (es verlo para creerlo). Aún así, ni por esas merece la pena: aparece 10 minutos en total, y su actuación y su personaje dejan mucho que desear. Se nota que estaba deseando cobrar y largarse. Y no le puedo reprochar nada, porque la película es malísima, aburrida, lenta, con diálogos que rozan el ridículo más absoluto, los actores son MALOS de verdad, los efectos especiales son de hace 20 años y reciclados una y otra vez, y ni siquiera se decide al género al que quiere pertenecer.
No se puede salvar nada de este engendro....bueno sí, una cosa: vuestro tiempo. No lo malgastéis en films tan prescindibles como éste.