No perdáis ni un minuto de vuestra vida en ver este petardo australiano. Una tipa escuchimizada y pánfila mantiene sometida y encerrada en la casa a una maciza mucho más fuerte y corpulenta sólo porque la amenaza con un cuchillito de los de untar mantequilla. Aunque está recibiendo torturas y violaciones y presiente que la van a matar, la robusta no usa ninguna de las dos posibilidades que tiene de escapatoria:
1.- Meterle una leche a la escuchimizada y ponerla en órbita, dada la diferencia de físico.
2.- Coger alguno de los cuchillos grandes que tiene a su alcance en la cocina y decirle a la flaca lo que le dijo su paisano australiano Cocodrilo Dundee al que le sacó la navaja y entonces él sacó un machete de tronchar pinos: "¿Cuchillo? Esto es un cuchillo."
Los protagonistas no son actores, son gente que hace el papel de actores que hacen el papel de protagonistas. El malo psicópata terrorífico serial killer da menos miedo que Bob Esponja comiéndose una Burguer-Cangre-Burguer.
Lo mejor son los primeros planos de las cacas que echa el perro cada vez que entra dentro de la casa, con esto está dicho todo.