Reconozco que me encanta jugar con las palabras y este título daba para eso. A pesar de no ser la mejor película de los 90 la afirmación en cierta medida no deja de ser cierta.
Y es que la frenética actriz Franka Potente es junto con Tom Tykwer culpable del toque potente y dinámico de la película.

Ya a partir del despliegue de los títulos (una masa de gente formando el nombre de la película: Lola rennt) uno intuye que esta película no va a ser ?normal?. Y es así, Corre, Lola, corre (nombre que supongo parte de una parodia del conocido corre, Forrest, corre) es una propuesta arriesgada, impactante, innovadora, original y por sobre todo divertida.

Tom Tykwer (digno aprendiz de la generación MTV) desde el guión y luego en la dirección rompe con el tiempo lineal y advierte la utilización de varios puntos de vista para una situación o distintos desenlaces para un mismo conflicto, todo esto con un ritmo frenético y con fuerte contenido visual.

La historia es por demás sencilla: Lola (la loca chica de pelo colorado dentro del cuerpo de Franka Potente) recibe una llamada de su novio quién debe entregar en veinte minutos cien mil marcos a un gangster pero que ha perdido la bolsa del dinero en el metro. Lola debe conseguir el dinero si quiere volver a ver a su novio? el tiempo corre, convirtiéndose en el villano principal de la película? y para llegar a tiempo a Lola solo le queda correr.

Está llena de efectos narrativos y visuales del mundo del videojuego, es así que cuando uno muere debe reiniciar el juego si quiere seguir. Se utiliza la animación y varios trucos técnicos como el ligero movimiento de cámara o la utilización de cinta en color y en blanco y negro.

Es una carrera contra el tiempo y contra los obstáculos que va poniendo Tykwer en la historia.

Tu mente no dejará de correr con Lola mientras estés aferrado a la silla con los ojos fijos en la pantalla.