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España España · Barcelona
Voto de SCuenca:
8
Acción. Ciencia ficción En un futuro cercano, Norteamérica se ha convertido en un páramo asolado por la radiactividad. Una única y gran megalópolis se extiende a lo largo de la costa este: Mega City 1. Esta inmensa y violenta urbe cuenta con una población de más de 800 millones de personas, cada una de las cuales es un infractor en potencia. Los encargados de acabar con el caos e imponer el orden son unos individuos que actúan a la vez como agentes de la ley, ... [+]
5 de septiembre de 2012
92 de 113 usuarios han encontrado esta crítica útil
“Dredd” empieza con un prólogo sublime que nos describe a la perfección qué es Mega City Uno: Una megalópolis que ocupa toda la Costa Este de Estados Unidos con alrededor de 800 millones de habitantes y una tasa de paro del 90%, en la que los criminales mandan y los jueces son la única fuerza del orden. Los llamados “Jueces” poseen los poderes de juez, jurado y verdugo.

Sin tiempo de asumir lo escuchado, el film no escatima ni un segundo en pasar a la acción, mostrándonos brutalidad y crueldad en una breve persecución. Unos primeros minutos para dejar claro al espectador que “Dredd” no va a andarse con chiquitas, y que la violencia lícita va a ser lo que va a predominar y que sobretodo, nada tiene que ver con aquel film protagonizado por Sylvester Stallone en 1995.

El Juez Dredd (Karl Urban) es el último hombre capaz de desafiar a los criminales e impartir la ley, haciendo que ésta se cumpla. Tras ser informado de un crimen atroz en el barrio marginal vertical controlado por Ma-Ma (Lena Headey), se dirigirá hacia allí con Cassandra Anderson (Olivia Thirlby), una novata que ha sido asignada con Dredd para ser evaluada. Pocos jueces son los que se atreven a adentrarse en ese recinto de 200 pisos, controlados en su totalidad por Ma-Ma, dueña y señora de la nueva droga que se está extendiendo en la ciudad: el “Slo-Mo”, una sustancia que hace experimentar la realidad alterándola una fracción de su velocidad normal. En otras palabras, se tiene la sensación de ver las cosas a cámara lenta. Ma-Ma que no permitirá que su imperio sea destruido, emprenderá una brutal guerra contra Dredd y su acompañante novata.

Me mostraba dubitativo ante como sería el trabajo de Karl Urban (“El mito de Bourne“, 2004) ejerciendo de Juez Dredd debido a que sus interpretaciones han sido muy irregulares. Ahora puedo decir con firmeza y garantía, que Urban encarna al mejor Juez Dredd que he visto por el momento. Posee la mezcla correcta de rudeza, violencia y habilidad necesaria (sigo preguntándome a día de hoy cómo pone la boca de esa forma tan rara). Tarea laboriosa y digna la de Urban que sin que el espectador pueda percibir del todo lo que siente -debido a que solo se le ve media facción de la cara-, ha sido capaz de trasmitir casi todo. Olivia Thirlby (“Juno“, 2007) da vida a Cassandra Anderson, la juez novata con capacidades telépatas. La actriz da la talla mejor de lo que me esperaba, siendo una agradable y poco molesta compañera de Urban y estando casi a su nivel. Muy correcta. Lena Headey (“300“, 2007) es Ma-Ma, ex prostituta y dueña del negocio del “Slo-Mo” que no pestañeará ni un ápice si ha de despellejar a alguien para dejar claro quién manda en dicho territorio. Correcta interpretación de Heady. Por último, destaco la presencia de Wood Harris (conocido por su rol de Avon Barksdale en la serie “The Wire”, 2002-2008) interpretando al secuaz Key, mano derecha de Ma-Ma y conocedor de ciertos asuntos de ésta.

Uno de los aspectos que me ha agradado de “Dredd” es ver que se ha centrado en uno de los varios aspectos que posee, es decir, el film no se centrará en darnos explicaciones de cómo se ha llegado a ese punto en el que el caos rige y los jueces imparten justicia o por qué el extrarradio es radioactivo. Quizás (y espero) se reservan mostrar otros aspectos para una posible trilogía en la que entre otras cosas, podamos descubrir un poco más quién es Dredd. También es verdad que tampoco nos hace falta saber más detalles sobre su personaje si su función la cumple a la perfección. Imparte la ley y quien no la cumple es sentenciado a muerte. Para entonces hay que conformarse con la porción que se nos explica aquí y en la que se mete de lleno en los bajos fondos, donde se hacina la mayor parte de la población y en la que casi es palpable su atmósfera mugrienta y deplorable.

Respecto a si el film de Pete Travis (“En el punto de mira“, 2008) posee una suficiente veracidad con las historietas británicas realizadas por 2000 AD, tengo que decir que personalmente no puedo dar una opinión concluyente porque nunca he leído ninguna de las mismas, lo cual no quiere decir que no haya seguido nunca la evolución del personaje y desconozca de lo que va. Yo creo que los que admiran al Juez Dredd se sentirán satisfechos con lo realizado o por lo menos con un buen sabor de boca mejor que el film de 1995.

En definitiva, “Dredd” es un film perfectamente confeccionado en el que no falta nada y cuando digo nada me refiero a que tiene la violencia necesaria para poder ser censurada en algunos países. Tiene a Karl Urban encarnando a un infranqueable juez se mire desde donde se mire, el cual te hace pensar una vez acabado el film y tras haber visto semejante dosis de violencia, la siguiente cuestión: ¿Es Dredd el bueno de la película? Yo ya se la respuesta y quizás en ese aspecto recae el mérito del film.
SCuenca
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