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Voto de rouse cairos:
6
7,1
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Documental. Musical
"Mundo Alas" es una road movie; un viaje iniciático de un grupo de jóvenes artistas nóveles que muestran su arte junto a la voz, el talento y la experiencia de León Gieco a lo largo de una gira por diferentes provincias argentinas. Músicos, cantantes, bailarines y pintores, todos ellos grandes artistas con distintas discapacidades que expresan y comunican su mirada del mundo: Aquello que les preocupa, que los anima, que los inspira, en ... [+]
14 de junio de 2011
9 de 9 usuarios han encontrado esta crítica útil
"Mundo Alas” es un proyecto grupal -que va mucho más allá del cine- con jóvenes artistas con capacidades diferentes, impulsado por León Gieco, que no surgió de un día para el otro, sino a lo largo de años en los que el artista santafesino fue vinculándose con ellos y éstos se fueron integrando a los recitales hasta conformar un fenómeno con vida propia. La película -que tiene el mismo nombre del proyecto- es el registro de esta experiencia y a la vez un ejemplo del poder terapéutico de la música y el arte; un poderosísimo alegato a favor de la integración humana.
El inicio mismo de la película, ya nos pone “en el camino”, antes de ver la primera imagen, sobre el fundido en negro sentimos el ruido característico del colectivo-casa rodante que irá atravesando distintos lugares del país, al mejor estilo de las road movies.
Es importante aclarar que este singular proyecto artístico no se nutre de falsos dramatismos. Lejos de caer en una sensiblería impostada, el film desintegra progresivamente los posibles prejuicios de quienes temen algún tipo de manipulación en este sentido.
Sebastián Schindel y Fernando Molnar, quienes codirigieron este filme con Gieco, ya habían realizado junto a Nicolás Batlle, aquí a cargo de la producción, “Rerum Novarum”, otro gran documental relacionado a la música y su poder de rescate, en ese caso de un grupo de jubilados de una fábrica, que continúa unido por una banda propia que sobrevive por iniciativa de todos. Como en aquel caso, se busca descubrir las historias detrás de un hecho emblemático. La película se ha armado de manera que cada uno de los protagonistas tenga su espacio y su momento para contar quién es y cómo llega al proyecto colectivo.
Además, las vivencias compartidas en los escenarios y en las rutas, o a la vera de un río, van ovillando un hilo de conmovedores significantes y significados.
La presencia de León Gieco otorga unidad a los distintos tramos, pero su protagonismo se va disolviendo lentamente a medida que los otros integrantes se lo ganan en buena ley y terminan compartiéndolo.
“Mundo Alas” demuestra el poder del esfuerzo conjunto, sobre todo cuando se trata de concretar un sueño anhelado, que es como alcanzar el paraíso, cuando la solidaridad se impone sobre las egolatrías y la alegría, a la angustia. Cuando se genera esperanza en vez de escepticismo, participación en vez de exclusión; todos sentimientos básicos que recorren esta película.
El inicio mismo de la película, ya nos pone “en el camino”, antes de ver la primera imagen, sobre el fundido en negro sentimos el ruido característico del colectivo-casa rodante que irá atravesando distintos lugares del país, al mejor estilo de las road movies.
Es importante aclarar que este singular proyecto artístico no se nutre de falsos dramatismos. Lejos de caer en una sensiblería impostada, el film desintegra progresivamente los posibles prejuicios de quienes temen algún tipo de manipulación en este sentido.
Sebastián Schindel y Fernando Molnar, quienes codirigieron este filme con Gieco, ya habían realizado junto a Nicolás Batlle, aquí a cargo de la producción, “Rerum Novarum”, otro gran documental relacionado a la música y su poder de rescate, en ese caso de un grupo de jubilados de una fábrica, que continúa unido por una banda propia que sobrevive por iniciativa de todos. Como en aquel caso, se busca descubrir las historias detrás de un hecho emblemático. La película se ha armado de manera que cada uno de los protagonistas tenga su espacio y su momento para contar quién es y cómo llega al proyecto colectivo.
Además, las vivencias compartidas en los escenarios y en las rutas, o a la vera de un río, van ovillando un hilo de conmovedores significantes y significados.
La presencia de León Gieco otorga unidad a los distintos tramos, pero su protagonismo se va disolviendo lentamente a medida que los otros integrantes se lo ganan en buena ley y terminan compartiéndolo.
“Mundo Alas” demuestra el poder del esfuerzo conjunto, sobre todo cuando se trata de concretar un sueño anhelado, que es como alcanzar el paraíso, cuando la solidaridad se impone sobre las egolatrías y la alegría, a la angustia. Cuando se genera esperanza en vez de escepticismo, participación en vez de exclusión; todos sentimientos básicos que recorren esta película.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
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spoiler:
Con el respaldo de una adecuada fotografía, un buen sonido y un montaje profesional, se van capturando también pequeños momentos al margen de las actuaciones, en los que descubrimos no sólo a los artistas detrás de la discapacidad sino a las personas. La energía de los integrantes va sustentando una experiencia no etiquetada con el rock o el folclore, ni únicamente limitada a la música sino que abarca la danza, la pintura y otros recursos audiovisuales. El camino de “Mundo Alas” busca el contacto directo con el público en las giras por el interior del país. Es significativo que para la difusión masiva de su experiencia no haya elegido la televisión sino el cine, donde el espectador pueda descubrir a estos artistas y probablemente pasar de la compasión a la admiración. No existen muchas películas que podríamos recomendar a todo el mundo, pero ésta es una de ellas.
(Mi puntuación es un equilibrio entre el corazón (ocho); y la razón (seis), que me hace reparar en algunos aspectos formales)=siete
(Mi puntuación es un equilibrio entre el corazón (ocho); y la razón (seis), que me hace reparar en algunos aspectos formales)=siete