Por aquí dicen que si un western a la vieja escuela, que si los tópicos, que si predecible, pues si, todo lo que ustedes quieran, pero cuando te gusta un buen plato tradicional, lo mejor que te pueden hacer es hacerlo de forma tradicional, los inventos y las innovaciones están muy bien, resultan platos exquisitos y sorprendentes, pero amigo todos volvemos a plato de cuchara casero de tu madre y que no te falte, por lo menos a mi.
Me puedes poner todo tipo de películas más serias o menos serias o más o menos raras, cualquiera que sea buena me puede gustar, pero al final las que más disfruto, las que me devuelven ese saborcito que tanto me gusta, son estas las de siempre y a estas lo que les tienes que poner es lo de siempre, el pueblo, el bueno con su pasado, el malo, la venganza y la muchachita, que en este caso no lo es tanto porque la Sra Moore ya es madurita y que sin ser lo mejor de la peli, por lo menos trae buenos recuerdos. Aderézalo con ese saber llorar del Sr. Sutherland padre, que hace de padre del Sr. Sutherland hijo, que dicho sea de paso está cogiendo la maestría del padre, con esto bien aderezado el plato sale redondo.
Y por cierto un final del padre que me recuerda en cierto modo a su otro final de Orgullo y Prejuicio. Pero me callo no digo más.