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España España · Barcelona
Voto de reporter:
6
Drama. Comedia. Fantástico Una muñeca hinchable de tamaño natural vive en un modesto piso de Tokio. Es la única compañía de su solitario amo, un hombre de mediana edad. Él le habla, la baña y le hace el amor cada día cuando vuelve del trabajo. Sin embargo, esta rutina se rompe cuando, de repente, la Muñeca Hinchable cobra vida y con ella un alma. Acaba de nacer y no entiende lo que ocurre a su alrededor, aunque se da cuenta de que existe otro mundo más allá de ... [+]
17 de junio de 2010
60 de 72 usuarios han encontrado esta crítica útil
Hirokazu Koreeda es un director que desde hace tiempo ostenta un gran honor, ser considerado por muchos como el sucesor natural de uno de los mejores cineastas nipones de todos los tiempos: Yasujiro Ozu. Palabras mayores. Con películas tan destacables como ‘Nadie sabe’ o ‘Still Walking’, se acercó con mucha desenvoltura al siempre complicado y complejo hervidero de emociones y relaciones humanas que es la familia. El trato que recibía tan rica temática era inmejorable: pausado pero constante, y siempre haciendo gala de una naturalidad sólo al alcance de los grandes maestros. Pero el ser comparado con Ozu aparte de ser uno de los mejores cumplidos imaginables, supone también una fuerte carga.

Quizás para sacarse durante un tiempo este peso -o responsabilidad- de encima, o quizás simplemente para probar suerte en otros campos, Koreeda ha decidido pasarse al fantástico para su nuevo trabajo. Y para hallar un antecedente cercano, más que acudir a ‘Lars y una chica de verdad’ de Craig Gillespine (cuyo planteamiento lo emparienta con el filme que no atañe), hay que retroceder un año más, cuando Michel Gondry, Leos Carax y Bong Joon-ho realizaron una obra conjunta titulada ‘Tokyo!’ en la que cada uno ofrecía su particular visión de la capital del país del sol naciente, siempre con un marcado toque surrealista. La historia de Gondry (la más rescatable del conjunto) nos mostraba la paulatina metamorfosis kafkiana de una joven en una silla de madera, viéndose así cumplidos de forma algo cruel sus deseos de sentirse útil y de encontrar su sitio en un mundo caótico. El mismo trayecto pero a la inversa se nos plantea en ‘Air Doll’.

La principal diferencia entre ambas historias es que en Gondry encontrábamos una clara voluntad de divertimento ligero (bastante impuesto por el formato del proyecto), mientras que en Koreeda hay mucha pretensión... demasiada. Lo que comienza como una rareza bastante atractiva que podría interpretarse en clave de revisión algo subidita de tono del inmortal relato de Carlo Collodi (aunque el cineasta se ha inspirado en una breve historia de Yoshiie Goda), va complicándose cada vez más por la voluntad del autor de tratar tantos temas, y tan trascendentes todos ellos. La búsqueda del amor en un tiempo en el que la falsedad se ha convertido en un elemento imprescindible para comprender las relaciones de pareja; la incomunicación y la soledad como mayores males actuales; la disección del alma...
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
reporter
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