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Rep. Dominicana Rep. Dominicana · Santo Domingo
Voto de Agorhevi:
8
Intriga. Drama. Cine negro Melville Farr (Dirk Bogarde) es un prestigioso abogado inglés felizmente casado con Laura (Sylvia Syms). Sin embargo, detrás de su apariencia conservadora se esconde un homosexual que busca escarceos con jovencitos, a pesar de que le había prometido a su mujer que esa etapa de su vida ya estaba clausurada. Ambientada en una época en la que la homosexualidad era todavía considerada un delito que podía implicar penas de cárcel. (FILMAFFINITY) [+]
25 de junio de 2011
25 de 25 usuarios han encontrado esta crítica útil
Viendo el especial de TCM "Orgullo y prejuicio", dedicado a los primeros filmes que se dedicaron a tocar el delicado tema de la homosexualidad, me encontré con esta "joya" prácticamente desconocida.

"Victim" es una película inmensa, intrigante, notable en todos los sentidos, pero en especial por tratar un tema tabú en la sociedad en aquellos años.
En una época en que la homosexualidad en Gran Bretaña era un delito que se pagaba con cárcel, Janet Green y John McCormick escribieron este relato sobre el sentimiento de impotencia que sentían los homosexuales por tener que ocultar lo que eran.
El protagonista de la historia es Melville Farr (Dirk Bogarde), un abogado en ascenso, casado e influyente. Pronto su secreto se ve expuesto, es homosexual, tras indagar sobre el suicidio de un antiguo amante, Boy Barrett (Peter McEnery, cuyo personaje se queda como una mancha indeleble a pesar de lo poco que dura su personaje), y descubrir que muchos sen su posición se ven amenazados con chantajes, causándoles un gran sufrimiento e indignación.

El filme es magnífico, aborda cada situación de una manera razonable. Te vas involucrando con la historia a medida que pasa, el suspenso consume de una forma enternecedora, pues los personajes transmiten de manera brillante cada parte que les toca interpretar.
Las actuaciones, aunque en ciertas ocasiones resultan muy teatrales, son muy buenas. Dirk Bogarde está sensacional (aspiró a un BAFTA como Mejor Actor en 1962): cada mirada, cada expresión, cada palabra que sale de sus labios son inconmensurables.
La confrontación con su esposa, Laura (muy bien representada por Sylvia Syms), es de las mejores que he visto. "Me alejé de él porque le deseaba, le quería".

Un gran nudo, inmejorable desenlace.
¿Sacrificaríamos matrimonio, carrera y reputación por mostrarnos tal y como somos?
Totalmente recomendable.
Agorhevi
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