Si Irvin Kershner deshonró la imagen de Robocop en la segunda entrega, Fred Dekker en la tercera lo terminó de rematar... dejadlo ya; no humilléis más al mito.

Y es que en la industria parece ser que no saben muy bien cuando llega el momento de poner fin. Por sacar petróleo son capaces de coger al agente Murphy y colocarle una renovada armadura que en vez de formidable acero parece de plástico azul. Luego tenemos a Robert Burke sustituyendo a Peter Weller; decepcionante en ocasiones. El tío se mueve como un robot en la mayoría de las escenas, pero cuando le toca caer no se corta un pelo en hacerlo con la misma elasticidad que un auténtico humano. Y sobre todo cuando habla malherido; Pone voz dolorosa... no se, un robot en todo caso de estar estropeado hablaría con una revolución en la voz más pausada (para que se me entienda, como si estuviese con las pilas agotadas); pero eso de hablar con dolor...

Guión pobre, que no tiene porqué ser sinónimo de malo. Si vas a ver Robocop te esperas este tipo de trama sí, pero qué menos que con algo de estilo. El que le falta por ejemplo a los delincuentes. Parece que en Detroit no pasa el tiempo, ya que aparecen los mismos capullos punkis que te veías aniquilados por Charles Bronson en "El justiciero de la ciudad". Son clavados. El mismo luck, las mismas frases, los mismos cóctel molotov... y con Robocop están en el futuro y estos eran del 1974.

Los efectos especiales son de vergüenza. A veces el cine sorprende pareciendo que va para atrás en vez de avanzar. Si en la primera eran medio decentes estando en el 87 ¿Por qué son tan malos cinco años después?

En fin. Si la ves pasas el rato, pero si no lo haces, desde luego te puedes morir tranquilo; no te perdiste nada.