No es fácil hacerle una crítica a "Cumpleaños sangriento". Y no lo es porque el género al que pertenece ha evolucionado de una manera brutal. El terror de hace 30 años no tiene nada que ver con el que se hace hoy. Yo intentaré hacer una por los recuerdos que me trae esta cinta. Siendo aun muy crío la alquilamos en casa y junto a mis hermanos la vi con una gran tensión porque esto era lo que daba miedo; aún estaban muy lejos las películas con fantasmas elaborados con truco digital y los espectaculares muñecos mecanizados. Para asustar sólo contaban con la cámara a pelo y la habilidad del que se ponía frente a ella.

Cuando aparecieron los primeros videoclubs esta película era el prototipo de cine de terror que te podías encontrar en una estantería. Y como no se conocía otra cosa, éstas funcionaban de maravilla. A mí me pareció lo más terrorífico que vi nunca.

"Cumpleaños sangriento" era un peliculón en su momento. Que te la pasasen por Tv un viernes por la noche era suficiente para que al siguiente día se hablara de ella en la escuela, en los trabajos, o mientras las amas de casa hacían la compra; que la hacían en "Casa Paco" o "Casa Rafael", porque supermercados tampoco había (por cierto, un homenaje a los viejos almaceneros, porque las cajeras de los Hipercor estarán muy buenas... pero no te comentan la película de la noche anterior o el partido del Madrid como lo hacen estos monstruos).

Cualquier persona menor de 25 o 26 años que esté dispuesto hoy a ver "Cumpleaños sangriento" no aguantará más de 20 minutos frente a la televisión. Pero eso no la convierte en mala película. Estamos hablando de otra época bien distinta. Y en aquel momento, un cine de terror tan casposo como este era un bastinazo; y más aún si son recuerdos de la infancia. Fíjense los poquitos años que yo tendría, que me enamoré locamente de la niñita protagonista.

Los chiquillos hicieron bien su papel.