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Voto de JuanCádiz:
3
Comedia Tato Montini, un popular presentador radiofónico muy consciente de la importancia del pene, decide donar su espectacular miembro cuando muera. Pero, cuando llega al cielo, descubre que tanto allí como en el infierno, el pene es algo muy importante para entretenerse durante toda la eternidad. (FILMAFFINITY)
9 de mayo de 2009
13 de 14 usuarios han encontrado esta crítica útil
Si Los bingueros era película estandarte de las cincuentonas de los ochenta, El donante lo era para el cincuentón. El buen cincuentón de aquellos años acogió con los brazos abiertos las españoladas más revolucionarias, en donde sabían que estaban más que asegurados los cuatro o cinco chochos por película. El donante, particularmente, gustaba además por hablar en el mismo idioma que ellos. Si había algo que diferenciaba al cincuentón de entonces con los de otras épocas, era esa manía de presumir entre bromas con el tamaño de su propio manubrio. Y hasta se permitían ponerles nombre propio; "Pepa", "Manuel" ó "fiera" eran los más solicitados. "¡Tengo a la Pepa loca!"; decían divertidos mientras contemplaban un par de buenas peras a la vez que se agarraban el paquete.
Así que ya pueden imaginar lo que supuso una película que además de ofrecer media docena de tías buenas empelotas, trataba un tema tan del gusto del cincuentón, como lo es el tamaño del pene, además de frivolizar con el rato de apuro que pasaríamos los varones sin él.


La película en sí es un chiste malo demasiado largo. De hecho el relleno de la primera hora es un cúmulo de las mismas tres frases que se contaban del derecho y del revés, haciendo tiempo para ese último tramo, que esta vez sí, parecía el realmente gracioso; la muerte de Pajares y su nefasta consecuencia.
JuanCádiz
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