Si bien "Camino a Berlín" no evita los lugares comunes ni es un alarde de originalidad, es de destacar como esta película va creciendo, sobre todo a nivel emocional, en el espectador. Sergei Popov relata una historia en la que un soldado ruso es condenado a muerte por sus superiores durante la II Guerra Mundial debido a que no ha podido llevar a tiempo las órdenes de sus jefes a otra división, algo que provocó que esta división sufriese graves pérdidas. Para ello será acompañado hasta el lugar en el que debe ser fusilado por otro soldado que se caracteriza por su cumplimiento estricto del deber y por tener costumbres diferentes al pertenecer a una república rusa distinta de la del protagonista. Pero todo esto no será un impedimento para que las reticencias del inicio se vaya transformando poco a poco en una conmovedora historia de amistad narrada con una gran sencillez.