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Bahamas Bahamas · La Gran Depresión
Voto de h e r m a n ô n e g r ö:
10
Drama. Romance Ferdinand Griffon, alias 'Pierrot', huye de París con Marianne, la niñera que ha contratado su esposa. La pareja se dirige al sur de Francia, pero el viaje se torna muy peligroso cuando una banda de gángsters con los que Marianne está implicada, les va pisando los talones. (FILMAFFINITY)
16 de abril de 2011
8 de 14 usuarios han encontrado esta crítica útil
Ferdinand, como quiere que le llamen, obviamente nombre más evocador que Pierrot, y Marianne van en coche, libres. Salen del camino porque sí. Pierrot está loco, al igual que Marianne, porque salen del camino y va y lo hacen, sí. Hacen el camino. Y, antes o después de tomar en el tiempo la libertad pura, miran atrás y tras una pregunta furtiva y acertada, pues de esos labios no podía salir otra cosa, síguele una respuesta sorpresa: siempre hay alguien que mira, Ferdinand saluda al espectador, al ser imitador.

Con un libro en la mano, nuestro hombre se dispone a intentar que lo admiren, leyendo y bailando alrededor de ella, pues solo existe ella, ella y el suelo que pisa. Mucho puede cortarse en el ambiente (pasión, locura, libertad) pero otro tufo de pregunta se inserta en mi nariz, pues qué sería la nada sin preguntas y respuestas. Una pregunta sencilla, sobre el puro amor, conllevando una respuesta que eliminará cierta incertidumbre que sobrevuela a nuestro hombre: ¿me amará por siempre?, ¿me atacará por siempre la emoción de sus pechos?, ¿todos los días de mi vida? Nunca se sabrá.

La respuesta llega rápida: sí. Y sus poderosos ojos se posan sobre mí: sí. Y sus poderosos ojos vuelven a posarse sobre mí. Me informaron, sus ojos, de que nunca ella será de otro que no sea Pierrot, en su primer cruce con los mios. En su segundo sí me dijeron que la admirara y que me resignase a vivir sin conocer la emoción de sus pechos. Fue un adiós corto y seco. Pero sigo sin creérmelo.

Yo, respecto a la parte que me toca, me limito a decir que hace un segundo ha dejado de ser las 15:29, o sea, nada.
h e r m a n ô n e g r ö
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