Cuando uno se sienta a ver una película de la que apenas conoce nada, salvo el tema general, en este caso la homosexualidad, puede llegar a sorprenderse de que se hagan películas simples pero bien hechas, con mucho cariño en la realización. Curiosamente el guión es de uno de los protagonistas, de Dan Bucatinsky, y es un magnífico guión que yo diría que está escrito aportando experiencias personales y por lo tanto desarrolla muy bien lo que pueden ser las relaciones en las parejas gay. Por otra parte el que esté dirigida por una mujer seguramente aporta a la película una cierta objetividad, a la par que el inevitable punto de vista del sexo femenino en esa relación de dos hombres. Está muy cuidada, bien estructurada, de manera que el ritmo no decae y de vez en cuando te vas encontrando con el punto dramático de una relación en la que sus componentes arrastran una serie de traumas. Magnífico el tratamiento del alcoholismo en lo que afecta a una relación sin sobrecargar tintas ni hacer tragedias, simplemente no obviando el daño que se pueden hacer las personas. La interpretación de los cuatro protagonista principales es extraordinaria, muy buena, hasta el punto que uno se pregunta como es posible que estos actores no hayan alcanzado más notoriedad. Fotografía en tono de comedia pero cuidando que los planos no sean vulgares. Y una de las mejores cosas de esta película, como están enlazados los planos, con que frescura y efectividad. Una buena película que puede gustar a mucha gente, aún a los que no ven bien las relaciones homosexuales.